Se dice que aquellas almas destinadas a encontrarse se reúnen en un oasis lleno de paz y amor. Ambos crean un vínculo sumamente fuerte que supera cualquier teoría sobre afecto entre seres humanos.
Y este año, dos almas con una radiante flama inte...
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Los días pasaban muy lento cuando Allen estaba cerca y fue difícil mantener la actitud feliz que me esforzaba en mostrar cuando estaba con mis amigos. Pero lo odiaba y no podía engañarme a mi misma. Aunque no hablábamos mucho mientras estábamos en grupo, me preocupaba que estuviera muy cerca de Bleing, demostrando interés excesivo en ella. Jonathan ya le había hecho mucho daño y no quería que eso se repitiera con Allen.
Si algo sé perfectamente es que todas sus novias han acabado mal y jamás logran recuperarse del todo.
Nadie sabía lo que sucedía en sus relaciones y a pesar de salir con las mujeres más hermosas, las desechaba como si fueran muñecas viejas. Yo notaba como cada una de ellas se marchitaba al pasar el tiempo y al final no quedaba nada de las chicas alegres que eran cuando las conocieron.
Es como si Allen hubiese sido una plaga que absorbía su energía vital.
Ya no quiero pensar en él más de lo que pienso en West. Es muy extraño a pesar de que lo hago porque me preocupan mis amigos. Siento que estoy haciendo algo malo.
Después de todo el alboroto, organizamos una reunión en un centro comercial en el que habría una bonita presentación de una figura hecha de vidrio, bailarines en pista de hielo y mucha comida gratis. Ya que se estaba celebrando el aniversario de apertura y todos estaban invitados, así que decidimos asistir también.
—Nunca usas guantes —dije, cuando vi a Allen en la cocina preparándose un café.
—Bueno, hoy quiero usarlos.
—¿No estás tramando algo?
Suspiró. —Solem, no todo se trata de ti.
—Viniendo de ti, no te creo nada.
Esbozó una sonrisa.
—Cierto, creo que mentí un poco. Todo se trata de ti. —Se detuvo enfrente de mí—. Y me encanta que mi vida sea de esa forma.
Dicho esto, abandonó la cocina cuando escuchó el claxon del auto de Bleing. Tuve que dejar el tema de lado cuando me reencontré con mis amigos y estuve callada durante todo el camino hasta que finalmente llegamos al centro comercial.
Bleing se apartó de nosotros junto a Allen para comprar una bebida, West y yo nos fuimos por otro lado y Zev solo estaba robando comida de las mesas. Mientras nos acercabamos al sitio en el que mucha gente estaba reunida, por fin pudimos apreciar a la enorme figura de dinosaurio hecho de cristal que colgaba encima de la pista de hielo en donde los bailarines nos darían una demostración de su talento. La pista de hielo estaba cerrada con un muro pequeño, pero había espacios en los que solo había una cinta amarilla que decía PELIGRO, así que tendríamos cuidado con eso para evitar terminar en la pista.
—Los artistas que realizaron esos dinosaurios estudiaban en más mejores universidades de artes —comentó West—. Y tardaron dos años en crear esta pieza.
