Se dice que aquellas almas destinadas a encontrarse se reúnen en un oasis lleno de paz y amor. Ambos crean un vínculo sumamente fuerte que supera cualquier teoría sobre afecto entre seres humanos.
Y este año, dos almas con una radiante flama inte...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi familia siempre tuvo muchos secretos.
Pero Anthony Edevane tenía el peor de todos, y por desgracia, era mi padre.
Su historia inicia en el bufete de abogados más prestigioso de Nueva York. Ahí formó alianzas poderosas y ocupó grandes cargos. Pero, en algún punto, se dio cuenta que la vida normal que llevaba no lograba satisfacerlo.
Cualquiera pensaría que es un idiota. Tenía una linda casa, usaba ropa de marca, cambiaba de auto cada año, y, por si fuera poco, cenaba con personas importantes que lo acercaban cada vez más al club de los millonarios. Nunca le faltó nada, pero siempre creyó que le faltaba todo.
Un día, el destino o la mala suerte lo unió a Magnus Dankworth, un hombre que iniciaba en el mundo de los negocios. Ambos tenían la misma ambición y eso fue suficiente para hacerse inseparables.
Crearon grandes proyectos juntos, pero ninguno les dió tan buenos resultados como el negocio de un Gangster. Dinero ilimitado y una vida mucho más lujosa de la que ya tenían, pero lo que más les emocionaba era el miedo que imponían a los demás. Eso les daba tanto placer, que decidieron abandonar su vida calmada para mezclarse en un mundo oscuro y retorcido.
Después de muchas noches de excesos, tuvo una aventura con la esposa de su mejor amigo: Magnus. A pesar de que al principio lo hizo sentir orgulloso, el arrepentimiento llegó cuando la mujer se presentó frente a su puerta para entregarle al bebé que había sido producto de todas esas noches intensas.
Él sabía que era cuestión de tiempo para que Magnus se enterara y decidiera cobrar venganza arruinando sus negocios, pues no toleraba la traición en ninguna de sus presentaciones. Además, aquella mujer era su gran amor y el haberlo traicionado de esa forma, haría que su amistad se rompiera.
Anthony Edevane no podía negar al niño, pues había nacido con su característico cabello rojo, las pecas que siempre se había esmerado en ocultar y sus ojos azules. Cualquier persona que lo viera diría que es idéntico a su padre y eso lo hacía enojar aún más.
Pero, a pesar de ser un hombre cruel, demostró un poco de humanidad cuando decidió criar al niño hasta que cumpliera la mayoría de edad. Mientras ese día llegaba, lo mantuvo encerrado en su casa para evitar que otros supieran de su existencia. El niño se convirtió en un fantasma, pues su padre evitaba pasar tiempo con él y los empleados lo ignoraban todo el tiempo, a excepción de la niñera que venía dos veces a la semana para darle instrucciones de lo que debía hacer para valerse por sí mismo cuando ella no estuviera.
Sorprendentemente, Magnus no se enteró de la traición y Anthony decidió casarse con una hermosa mujer que pertenecía a una familia importante en Wall Street y tan pronto como se instaló en la casa, su alegría iluminó la casa y terminó aceptando al niño fantasma como su hijo, incluso si para Anthony era un error. Poco después, por fin quedó embarazada de una niña. Pasó meses en casa cuidando su salud y haciendo el poco ejercicio que se le permitió. Y cuando nació, Anthony fue el más entusiasmado, pues habían tenido una hermosa niña.
