Capitulo 22

800 63 64
                                    

Hoy regreso al instituto y estoy muy nerviosa por todo lo que pueda suceder en el transcurso del día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hoy regreso al instituto y estoy muy nerviosa por todo lo que pueda suceder en el transcurso del día. Mi padre nos llevará en su auto, lo que agradezco enormemente porque no me siento preparada para viajar en autobús después del incidente.

Cuando llegamos al estacionamiento, bajé tan rápido como pude para evitar que mi padre me diera un sermón. Crucé por la puerta giratoria y al estar del otro lado, me encontré con la persona que más ansiaba ver.

—¡¡Hola, Solem!! —chilló Bleing de emoción. Me abrazó con fuerza y luego me escrutó con la mirada—. ¿Cómo estás? No supe nada de ti desde hace días.

—Lo siento. Tuve algunos problemas.

Bleing me mira con nostalgia y me da un último abrazo.

—Descuida, me alegra que estés aquí. —Se separa de mí y respira profundo—. ¿Cuál es tu primera clase?

—Taller de repostería.

—Estás en la misma clase que West, ¿no?

La simple mención de su nombre me ocasiona una extraña sensación en el pecho. ¿Alegría? ¿Frustración? ¿Entusiasmo? ¿Ansiedad? No estoy segura. Creo que es una mezcla de todas.

—Sí, estamos juntos.

Sonríe.

—Eso es bueno. Tienes un diez asegurado.

Bleing me lleva a su casillero y saca su caja de maquillaje. Se observa en el pequeño espejo que tiene pegado en la puerta y sonríe mientras se acomoda su cabello negro y lacio. El olor a frutas se esparce con cada movimiento y la frescura de este eleva mi ánimo.

—¿En serio quieres entrar a la clase de repostería? —inquirió con malicia y sonrió—. ¿Por qué no vamos a divertirnos un poco?

—¿Quiero decir que…?

Suelta un suspiro.

—Estoy diciendo que hoy dejemos la escuela de lado para ir a otro lugar. ¿Te parece?

—Suena bien, pero… ya falté mucho. Necesito recuperar el tiempo perdido antes de que inicien los siguientes exámenes, porque en estos obtuve malos resultados.

—Claro. Puedo pensar en un plan que se adapte a las dos y después te pido tu opinión. ¿Qué te parece?

—Es una buena idea.

—¡Perfecto! —Me da un abrazo y luego se acerca a mi oreja—. Suerte con West.

Cuando se va dando pequeños saltos por el pasillo, me pongo a pensar un momento en lo que acaba de decir.

¿Suerte con West?

¿En qué aspecto?

—¡Hola, Solecito! —West me toma por sorpresa y me sobresalto cuando escucho su voz tan cerca de mí. Me doy la vuelta con lentitud para verlo—. Perdón, no quería asustarte.

INVIERNO/ Finalizado✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora