Se dice que aquellas almas destinadas a encontrarse se reúnen en un oasis lleno de paz y amor. Ambos crean un vínculo sumamente fuerte que supera cualquier teoría sobre afecto entre seres humanos.
Y este año, dos almas con una radiante flama inte...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando tengo que salir de casa ocurren dos cosas:
1. Encuentro la excusa perfecta para evitar tener contacto con el exterior y cancelo todos mis planes.
2. Elijo salir, pero pienso en todo lo que podría salir mal.
A pesar de que me gusta estar con West y Bleing, me siento muy nerviosa porque vamos a Central Park; un lugar repleto de personas que podrían ser un detonante negativo para mí. Pero no puedo quejarme cuando yo elegí ese lugar.
He pasado toda la tarde buscando el atuendo perfecto para la ocasión y de tantas opciones que contemplé, decido llevar lo mismo que usé en la mañana. Debería esforzarme más en mi apariencia, pero... salir sin el color habitual me hace sentir vulnerable. La ropa opaca da un poco de seguridad.
Me acerco al espejo que está en el baño y cepillo mi cabello con cuidado.
―¿A dónde vas? ―pregunta mi hermano y se recarga en el marco de la puerta.
―Vete, está ocupado —respondo con desdén.
―Te hice una pregunta.
—Saldré con Bleing.
―Es amiga de West, ¿no?
—Quizás.
Me gusta estar en casa, pero eso era cuando Alexán nunca estaba aquí. Ahora que se queda encerrado conmigo todo el día, se volvió difícil tolerarlo.
―¿No tienes un excusa más convincente? —replica.
―Déjame en paz. No es de tu incumbencia lo que haga.
Aunque me disgusta la idea de discutir con mi hermano, últimamente ha sido más fácil replicar debido a su extraño comportamiento desde el día que nos siguieron. Ahora es un poco más tranquilo
―Te llevaré. ¿A dónde vas?
―¡No quiero que me lleves!
―Solem, no deberías ir sola, es peligroso que...
Salgo del baño y me encierro en mi habitación para evitar un discusión. Si él tiene problemas con tipos peligrosos, no debería incluirme en ellos.
Mientras hago un último retoque en mi cabello, un auto negro se estaciona enfrente de la casa y la persona que sale es West. Lleva lentes oscuros, una playera roja de manga corta y unos jeans negros. Si Alexán lo ve, estoy segura que podría… ¡Ni siquiera me atrevo a pensarlo!
Agarro mis cosas (incluida la sandía) y salgo a toda velocidad de mi habitación, pero Alexán me sigue hasta la entrada y es ahí cuando me doy la vuelta y lo detengo.
