Capitulo 11

1K 100 27
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Bleing se mantiene inmóvil y con la mirada perdida en la taza de té que sostiene. Su pierna se mueve con rapidez por los nervios. Además, no lleva la típica ropa con bonitos colores pastel. Hoy está muy opaca.

Muchas personas me han humillado: "amigos", familia y algunos desconocidos, pero nunca un novio, puesto que nunca tuve uno. Por lo tanto, no estoy segura si podré ayudar a Bleing durante esta situación tan complicada.

Ella me citó en su casa con la esperanza de obtener un poco de apoyo. Sus padres salieron a cenar con personas "importantes" y solo somos nosotras.

—Yo... —empiezo a decir, pero me detiene.

—No es necesario que me des un consejo, Solem —interrumpe, sin apartar la mirada de la taza—. ¿Puedes escuchar mi versión de la historia?

—Claro —respondo con una media sonrisa.

—Lo viste todo, ¿no? —Suelta una risita nerviosa—. Lamento que hayas visto la peor versión de mí. Siempre quiero que los demás me perciban como una mujer linda, pero cuando estoy triste, me veo muy fea.

—Siempre has sido bonita —digo en voz baja.

Dios mío, no sé lo que debo decir. Puedo medio entender su sentir, pero buscar las palabras adecuadas es todo un reto.

No es que no me importe, más bien es... no sé cómo dar apoyo moral.

Sonríe. —Que amable.

—¿Y bien? ¿Quieres contarme?

Suelta un suspiro cansino.

—Esperé toda la noche y parte de la madrugada a qué me contactara para arreglar las cosas. Siempre había peleas, pero esta vez fue diferente. Él se equivocó, pero nunca me contactó para salvar la... —Se aclara la garganta—. Para salvar lo que había idealizado. Al final lo nuestro nunca fue real, supongo.

—Debe ser difícil que la persona que quieres te evite.

—Lo peor es que te abandoné y corrí detrás de él como un perro sin pensar en cómo te podrías sentir. Lo siento.

—No hay problema. Tenías tus razones.

—¡Si hay un problema! —vocifera con la voz temblorosa—. Te abandoné y aún así me ayudaste a salir de ese lugar. No merezco tu amistad.

—No te preocupes por eso.

Me abraza con fuerza y empieza a llorar.

—El dijo que yo era su "amiga con derechos". Después de todo lo que pasamos... me trata como una desconocida. ¿Puedes creerlo? Desearía que entendiera mis sentimientos, pero cada vez que quiero hablar sobre ellos, me llama "paranoica" y "sensible". ¿Soy una paranoica por confesar que sus acciones me están haciendo daño?

INVIERNO/ Finalizado✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora