Capitulo 16

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Tuve una semana inquietante no solo por la exposición que dejé pasar debido a mis nervios y la cantidad de preguntas que Bleing me hizo después de eso, sino también por los “delirios” de persecución que empezó a tener mi hermano después del incide...

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Tuve una semana inquietante no solo por la exposición que dejé pasar debido a mis nervios y la cantidad de preguntas que Bleing me hizo después de eso, sino también por los “delirios” de persecución que empezó a tener mi hermano después del incidente de la camioneta. Se volvió precavido y me llama cada vez que se siente inquieto. Preguntas como: "¿En dónde estás?" "¿Voy a buscarte?" "¡No salgas hasta que llegue a casa!" Se convirtieron en algo habitual.

Al principio, supuse que era normal debido a la mala experiencia que pudo dejar ese incidente, sin embargo, comenzó a preocuparme cuando le rogaba a mamá que no quería salir sin compañía, y ahora,  mi trabajo consiste en estar a su lado hasta que vuelva a ser el mismo chico cruel y despiadado que molesta a los demás.

A veces pienso que finge estar asustado solo para controlarme y mantenerme lejos de West, ya que se ha vuelto más exigente respecto a mi privacidad. Para ser sincera, esta situación me está cansando.

―Alexán, ¿por qué no te calmas? ―replico, cuando llegamos al estacionamiento del centro comercial que está cerca de casa.

—Creo que vi una camioneta. —Observa a todas las personas que pasan cerca de nosotros con miedo.

—Alexán... ―respondo en tono de advertencia.

―Quédate a mi lado ―ruega con cierta desesperación.

Me suelto de su agarre y continúo caminando hacia la entrada del centro comercial. Estoy harta de estar con él todo el día.

 He intentado ayudarlo de muchas formas, pero sigue con esos delirios de persecución irritables, y lo peor es que nunca me explica lo que está pasando en realidad.

―¿Por qué te vas sin mí? ¡Puede ser peligroso! ―replica con la voz entre cortada al bajar del auto.

―¿Qué pasa contigo? Antes no eras así.

―No quiero que te suceda nada.

―¿Y por qué habría de sucederme algo?

―Es que... ―Suelta un suspiro y observa el suelo durante varios segundos―. No es nada.

Eso es lo que me molesta: nunca es honesto conmigo y me fastidia. Dice que estamos en peligro, pero no dice por qué. Además, me prohibió hablar sobre esto con mis padres.

Siempre es mejor que un adulto resuelva este tipo de incógnitas.

―¿Por qué no compras el cereal? Yo iré por los...

―¡No! ―exclama con temor―. Vamos juntos.

―Pero nos vamos a tardar más y mamá necesita...

―¡Vamos los dos!

―¡Bien!

Tolerar su temperamento todo el día es irritante.

Alexán sostiene una parte de mi blusa para tener cercanía sin la necesidad de tomarnos de las manos como niños pequeños, y como si esta situación no fuese ya lo suficientemente asfixiante para mí, también tengo que lidiar con sus cambios de humor repentinos. Y por si fuera poco, el centro comercial está tan lleno que es algo asfixiante.

INVIERNO/ Finalizado✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora