Se dice que aquellas almas destinadas a encontrarse se reúnen en un oasis lleno de paz y amor. Ambos crean un vínculo sumamente fuerte que supera cualquier teoría sobre afecto entre seres humanos.
Y este año, dos almas con una radiante flama inte...
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Bleing intenta mantenerse despierta durante la clase de matemáticas, pero aún así le cuesta trabajo y cuando menos me doy cuenta, se golpea la barbilla en el pupitre. El ruido atrae la atención de todos y yo escondo mi rostro detrás de un libro.
—Señorita Harrison, dormir en clase es una falta de respeto —replica el profesor.
—L-Lo siento... —responde con vergüenza.
—Ten más cuidado.
El profesor vuelve a explicar el tema y en lugar de prestar atención, me acerco a Bleing para susurrar lo siguiente:
—¿No dormiste bien?
Pasa una mano por su cabello con frustración.
—Jonathan me llamó a media noche y discutimos. Estaba ebrio y ya sabes… Me extraña.
—¿Algo cambió? —pregunto con preocupación.
—No estoy segura.
Sé que es su decisión y que no es mi deber cuestionar sus acciones sin antes empatizar, pero no quiero que la humille otra vez. Sería terrible si decidiera hacer algo más cruel.
—Elije lo mejor para ti —respondo.
El profesor de matemáticas mantiene estresa a toda la clase con ejercicios complicados que debemos realizar en un corto periodo de tiempo.
—Tengo un anuncio importante —dice el profesor, cuando el timbre para cambio de clase suena—. El director está organizando algo llamado "semana deportiva" para incentivar el cuidado de la salud. Tienen que inscribirse a cualquiera de los equipos disponibles, o bien, crear el suyo. Esta actividad tendrá validez para su calificación final, así que eviten perder una oportunidad como esta.
—Olvidé mencionar que es de cupo limitado y no todos podrán inscribirse. Es probable que haya una fila muy larga ahora. Pueden salir —ordena.
Todos salen corriendo del aula como si de eso dependiera su vida. Bleing me agarra de la mano y me lleva hacia la pizarra de anuncios que está en el pasillo. Hay muchos estudiantes intentando inscribirse.
—¡Tenemos que hacer un equipo! —dice Bleing y me da un bolígrafo—. Si encuentras lugares para nosotras, inscríbenos. Yo haré lo mismo.
