Tras varios días de investigación y tener la cabeza dominada por ese tricolor, descubrí que había algunos países que podían ayudarme acercarme a él.
Empezando por uno de mis mejores amigos, Rusia.
Dirigiendome hacia su hogar, pensaba en que tipo de relación puede tener el mexicano y Rusia. Sinceramente la curiosidad me está carcomiendo.
Al fin llegando, soy recibido por mi amigo pasándome a la sala y yo entregándole un pequeño presente, tradiciones...
Cuando me preguntó que era lo que necesitaba yo le confesé mi extraña curiosidad por el pequeño tricolor latino.
Rusia se sorprendió un poco, pero con gusto contó su relación con él.