Casi no pude dormir en toda la noche, pensaba en que podría hacer con el pequeño en mi hogar.Es obvio que lo llevaría de turismo, tal vez a algún festival.
Una alarma me hizo despertar, era para el vuelo.
Y en eso rápidamente alisté mis cosas y a mi mismo, listo para pasar por México.
Al salir del hotel, apresuré mi paso para no hacerle esperar.En cuanto llegué, me encontré con él esperando fuera del hotel, con una bufanda y un suéter por el frío de la madrugada.
Capté su atención, y a pesar de tener cubierta su boquita, pude distinguir una sonrisa...
[Maratón 2 mil lecturas, 2/7]