Su rostro reflejaba completa alegría y paz.
Luego de aquella escena él apuntó con pena a un puesto de hot dog's.
¿Tendrá hambre?.....
....
¡Claro!, ¡Si solo bebimos café!. Dios que estúpido China....
Sentí vergüenza al no recordarlo. Volvió a subir la mirada, al estar en silencio fue fácil escuchar como su estómago hizo unos pequeños ruiditos.
Me siento un criminal...¡¿¿Cómo fui capaz de hacerle pasar hambre??!.
Enojado conmigo mismo le tomé suavemente la mano y nos dirigimos al puesto.
—Perdón...no había notado que tenías hambre...
Hablé en vergüenza.
"No te disculpes, no es tu culpa". Escribió y me dedicó una pequeña sonrisita, este pequeño va a matarme...
