¿Cuántas fueron?. Tres, cuatro, tal vez seis horas las que estuvimos recorriendo la feria, subiendo a las atracciones que llamaban nuestra atención o participando en concursos.Aún no puedo creer que le gané a un tipo en una guerra de miradas, en serio.
Lo bueno es que de premio me habían dado un peluche de un animal muy extraño, y sinceramente no soy fanático de los peluches.
Pero en cuanto se lo enseñé a Mexi, sus ojitos se iluminaron en extremo, contó su amor a los peluches y en especial a 'ese' animal, al parecer un ajolote.Fue inevitable dárselo, es decir, ¿Quién podría resistirse a esa carita?.
Viviría rodeado de peluches solo para verla.