Una melodiosa risa me sacó de mi tormento mental, volteé a ver a mi lado, México reía.Sentí la vergüenza invadir cada parte de mi cuerpo, oh demonios.
Escribió en su libreta:"No tienes por qué avergonzarte, estos juegos son complicados".
Me tomó de las manos dulcemente y pagando el tiro que desperdicié nos retiramos del puesto.
"No siempre se gana en la vida, créeme".
Volvió a escribir.
Es cierto, no siempre se gana, pero puede lograrse algo, y al menos logré la unión de nuestras manos.— Podemos ir a otro puesto, ¿Que dices?...
Pregunto a lo que él asiente con su bella sonrisa.