Sonreí como tonto, ahora tenía sentido.
El brillo en mis ojos cuando lo vi por primera vez, los suspiros que daba cada vez que recordaba su imagen, mi semblante decaído cuánto tocó alejarme e irme a mi país, la aceleración de mi corazón cuando lo vi de nuevo, el potente sonrojo en mi rostro cuando sonríe, mi tranquilidad cuando le volteo a ver.
Me tiene como loco.Lo admito, se a colado en un pedazo de mi corazón, haciendo que lata rápidamente cuando se acerca, y que por mi mente no entre la posibilidad de alejarme de él.
Oh dios, me gusta México....