Le observé sorprendido mientras él miraba nervioso a otra parte que no sea mi cara.
Y, antes de preguntar el porqué, volvió a escribir.“Mi padre solía contarme muchas historias antes de dormir, me servían de mucho ya que siempre tuve dificultades para conciliar el sueño....Casi...Casi no dormí mucho en el avión por ese motivo”.
Oh, entonces era eso...
“¿Puedes, por favor?. No es necesariamente un cuento, siempre me leía leyendas, relatos o mitos de la historia...¿Puedes contarme algo de tu historia?”.
Después de leer aquello, sentí como mi corazón latía desenfrenado, tan cálido que siento mi cuerpo temblar.
Solo caminé a él, y lo rodeé con mis brazos mientras asentía.