~~NATHANIEL~~
—¿Por qué no? —me cuestiona Jo a la defensiva.
—Porque tengo que hablar con Alex, justo ahora, te mandaré en uno de mis autos —saco mi celular y le mando un mensaje a uno de los que maneja mis autos.
Hay autos con guaruras cerca siempre, rondando, por cualquier amenaza aparente en la que necesite más que a mi propia persona.
—No quiero, prefiero ir sola —asevera.
—Acepta, que tu orgullo no haga que pases un mal rato —intercede Alex. Lo mira mal.
—Bien, gracias —su dura mirada recae en mi un par de segundos.
—Te están esperando afuera —le aviso, besa la mejilla de Alex y se va por el largo pasillo.
Alex cierra la puerta y se sienta en una de las sillas frente a mí.
—¿Y de qué hay que hablar?
—Jo, quiero saber más de ella —le pido. Me mira inquisitivo.
—¿Exactamente, que quieres saber de ella? —curiosea interesado.
—Todo lo que sepas.
No creo en las coincidencias, puede que haya descubierto quien soy y haya aprovechado su belleza para meterse en mi cama y tener privilegios, está equivocada si cree que va a pasar.
—Su padre las dejó con deudas apenas nació su hermano menor, a su madre la obligaron a prostituirse para pagar, Jo empezó a trabajar desde los quince y el anterior administrador de este lugar la contrató a los diecisiete, evidentemente sabes por qué —se refiere a lo hermosa que es—, dejaron a su madre y ella tiene que pagar en su lugar, ya se quitó a un par de buitres de encima, eligió ser mesera porque no quiere ser vista como su madre y no quiere ir por el camino del dinero fácil como su padre, estar en el tubo hace que se sienta como ellos, estudia medicina y vive en este mismo barrio, pero en la zona roja y... Eso es todo lo que sé —contesta.
—¿Cuánto le falta por pagar?
Suspira —Casi un millón, se lo ofrecí e incluso le dije que yo sería su chulquero, las chicas también le han ofrecido dinero para la deuda pero no lo acepta, dice que es su deuda, no la nuestra.
—No sé si es noble o estúpida.
—Yo diría que estúpida pero como soy su amigo, diré que es noble —sonríe divertido.
—Es todo por hoy, son casi las tres así que desaloja a todos, me quedaré a trabajar —le comunico, asiente, se pone de pie y se va.
Jo... Ha trabajado aquí desde hace años, así que si, es una puta coincidencia y fue algo complicado agradarle, no creo que quiera nada de mí y parece que detesta el lugar, lo que lo rodea.
Después de un rato la música se apaga y golpean mi puerta.
—Adelante. —La puerta se abre dejándome apreciar a Ana con una gran sonrisa, me pongo de pie y llega hasta mí para abrazarme.
—¡Te extrañé! —exclama contenta.
Nos separamos y me mira de arriba a abajo.
—Ya deja de ponerte bueno —se queja.
Le dedico una leve sonrisa a boca cerrada —Es inevitable.
—¿Y bien? —Se sienta en la silla de cuero frente al escritorio—, cuéntame todo lo que ha pasado.
—Negocios —resumo sentándome en mi sitio.
—¡Para! Con tantos detalles siento que estuve contigo en cada momento —exagera moviendo sus manos.
ESTÁS LEYENDO
LUMINISCENCIA (#2)
Teen FictionA veces tener un gran corazón no te asegura un camino lleno de pétalos que desborda amor, a veces cedes ante lo incorrecto aunque sabes que esta mal, que te va a lastimar, a veces, solo a veces, un demonio te ofrece su mano y tu la tomas. Jo es inte...