LUMINISCENCIA (#2)

3. TRISTE HISTORIA.

~~NARRADOR OMNISCIENTE~~

Todo sigue su curso, Nathaniel vuelve a la ciudad para controlarlo todo y para deshacerse de lo que le estorba.

Jo se mantiene centrada, le duele saber que solo tiene que abrir las piernas para mejorar la vida de su familia y la suya, no está dispuesta, pues si sale adelante lo hará bien, a través de sus estudios, sin un amante que no le dé el lugar que merece, que la arrastre a la desgracia del mundo que conoce solo con la mirada.

~~NATHANIEL~~

El motor de mi auto ruge llevándome a la oficina que tengo en esta ciudad. Espero no haber sido un idiota dejándole esta ciudad a Alexander y sus amigos.

Menos mal pude encontrar a Alex Carpio, un joven talentoso en el que confío para que mantenga todo en orden desde las sombras. Nos vamos a reunir mañana por la noche en el Gold por petición suya, dijo que era algo serio, lo he estado aplazando desde que llegué, esperando que Alexander se digne a decirme lo que pasa él mismo, porque sé que sabe que estoy aquí.

Mi celular suena anunciando una llamada, contesto sin desviar mi mirada de la calle.

—Viejo amigo...

Carlos, uno de los amigos de Alexander, nos conocemos desde hace años, igual que con Alexander.

—Llevo esperando que se comuniquen desde que llegué.

—Lo sé, pero Alexander ha estado ocupado, sale mucho con Amado Petroi. Lo conoces.

—El maldito loco.

Lo vi hace un par de años matando a una chica porque "Se enamoró de ella, y si no era suya no era de nadie." La asesinó frente a un selecto grupo de cabecillas, desde ese momento quiero despellejarlo vivo, la chica ya estaba tan golpeada que la bala que le metió después de darle un beso fue algo misericordioso.

—Ya sé... ¿Pero qué hacemos si se llevan de maravilla? Y la mercancía que trafica es una delicia.

—No me interesa, solo que no me estorbe.

Tengo planes para ese mal nacido.

—Sí, Alexander esta con él para ganarse su confianza y que se nos abran nuevas rutas en el futuro.

Suspiro con pesadez a la vez que me estaciono.

—Creí dejar en claro que no hay que llamar la atención transportando por tantas rutas, nos llega más que suficiente, transportamos y ganamos incluso más que al que las autoridades reconocen como el traficante más buscado del país, ¿Por qué crees? Porque nos mantenemos incógnitos.

—Si...

—Dile que necesitamos hablar, encontrémonos mañana por la noche en el Gold.

—Sí, solo llamé para darte la bienvenida, nos vemos.

Le dejo mi auto a los del valet parking e ingreso al edificio, los de seguridad me dejan pasar hacia el ascensor en el que subo al último piso.

~~JO~~

Cuando termino las clases voy al Gold, al entrar paso directo a los camerinos. Llegué más temprano hoy. Las chicas me sonríen como saludo, usan su ropa de entrenar que es corta pero luce cómoda.

—Dile lo que me dijiste Ana —le pide Marina sentada frente a uno de los espejos.

En el espejo del lado izquierdo esta Ana con una gran sonrisa. Dejo mi mochila con libros en el casillero y la otra la suelto en el piso, me miran emocionadas así que me siento en el suelo con las piernas entrecruzadas para escucharlas.