El credo

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Pues bien como dice el título, es hora de conocer el poder de Aren, Oliver, el hombre que se había llevado a Adriel trabajaba directamente con el jefe de la agencia de seguridad.

Según una investigación de la agencia de seguridad, habían avistado a Aren con Adriel así que mandaron un agente para detenerlo, sin embargo, ellos solo tenían datos antiguos de Aren por lo que no sabían qué tenía poderes.

Su poder estaba directamente relacionado con Dios, Aren podía invocar un ángel que luchara por el, algo así como un stand de JoJo's, solo que su habilidad era demasiado fuerte, podía contrarrestar toda habilidad con menor poder que la suya.

Os preguntaréis, ¿cómo se supone que se mejora una habilidad? Pues es algo así como una subida de niveles, peleando y usando su habilidad subía su fuerza.

El matón al que había mandado lo llevaba siguiendo toda la mañana, Aren iba con Verónica porque ella no recordaba la ciudad después de haber estado en prisión y Aren accedió a acompañarla para que no se perdiese.

El matón los estudió a fondo y dio con un dispositivo de la agencia de seguridad determinó que no tenían poderes.

Justo cuando iban a cruzar de acera intentó agarrarlos pero la habilidad de Verónica hizo efecto y predijo lo que pasaría, echó a Aren hacia atrás y fue con el.

El matón, que no se daba por satisfecho ahora bajó de la furgoneta a plena calle y empezó a gritar que le habían robado. Todos miraron con mala cara a Aren y Verónica y alguna que otro llamó a la policía.

No había mucha gente por la calle, pero los que había habían estado metidos en sus asuntos y no se habían fijado en el posible secuestro.

El matón salió de allí por patas, su furgoneta no tenía ningún tipo de matrícula, pero la escondió y estuvo siguiendo a los dos un buen rato a pie.

Logró seguirlos hacia un descampado donde Verónica y Aren trataron de emboscarlo con unos contenedores, pero no funcionó.

El matón usó su habilidad, que deterioraba objetos y se encargó de los contenedores.

-¿quién eres y por qué nos sigues?

No hubo respuesta. Verónica y Aren salieron corriendo del descampado hasta que surgiese una oportunidad mejor para emboscarlo. El matón deterioró varios motores de coches para hacer una barrera que saltaron.

-No sé quién les haya enseñado, pero les enseñó bien-dijo el matón comunicándose por el pinganillo-por ahora no tengo confirmación de poderes de su parte, solo veo que son listos y saben lo que hacen.

Un rato después:

Aren y Verónica lograron acorralar al matón en un callejón y Aren usó su poder contra el, duplicando su habilidad.

-llegó mi turno, Verónica, deja que yo me encargue.

-vale, pero que sea rápido, porfavor, te ayudaré si te hace falta.

Aren empezó a luchar contra él y mantuvo una pelea igualada, tenían más o menos la misma fuerza física, pero Verónica se cansó de esperar y tomó una decisión.

Tomó un palo que había por ahí tirado y se lo tiró a la cabeza al matón que no lo vio venir y cayó al suelo. Aren lo agarró a patadas y lo dejó hecho una pelota en el suelo.

-¿¡quién eres y qué quieres!?-le gritó Verónica al oído.

-oye Vero, tranquila, solo déjalo ir, no es que nos pudiese ganar.

Verónica empezó a tirarle del oído hasta que lo soltó, llamaron a la policía, contaron el suceso, lo dejaron allí y se fueron, pero para cuando la policía llegó (bastante tarde) ya no había nadie allí, el matón se había ido.

-oye Vero, deberías calmarte, ya te lo he dicho mucho y no querrás que tenga que repetírtelo toda la vida, ¿no?

-si por mí fuera, no me importaría Aren.