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Adriel y Helge se teletransportaron donde Solclare que les había dicho donde era ya que igualmente moriría pronto.

Fueron a la sala de los planes donde el moribundo Solclare los recibió.

-Ha llegado el momento Adriel-Dijo-El monje médico que Uno trajo me dijo que no llegaré con vida al evento, me quedan unas pocas horas de vida y por eso decidí grabar mi discurso, está en esta cinta-Se la dio a Adriel-Y también he decidido darte mi poder.

-¿Eso es posible?

-Si, lo es, pero debo avisarte de antemano, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, quiero que sepas que cada vez que lo uses acortarás un año de tu vida y sentirás un gran dolor en tu cuerpo, ¿Estás dispuesto a aceptarlo Adriel?

-Lo estoy.

-Que así sea, síganme-Solclare los guió a otra sala donde había dos camillas de hospital, equipo médico extraño y un monje-Túmbate en la de la derecha, yo voy a la izquierda.

Desde que Adriel se tumbó se durmió de alguna forma, a Solclare le pasó lo mismo, el monje agarró una aguja y extrajo sangre de Solclare, la diluyó en un aparato y su composición genética apareció en una pantalla, seguidamente de la misma máquina en la que diluyó la sangre salió otra jeringuilla, esta se la inyectó a Adriel que empezó a gritar de dolor aún dormido, Helge se acercó a él para ver qué pasaba pero el monje se puso en medio.

Solclare se despertó, se levantó y contempló lo que le pasaba a Adriel, asintió y dijo: -Que así sea.

Los gritos de dolor de Adriel cesaron de inmediato y este se despertó sobresaltado, sus ojos pasaron a ser de un vivo color naranja y en su pelo, antes completamente blanco aparecieron dos mechas que hacían juego con sus nuevos ojos.

-Como te sientes Adriel.

-Mejor que nunca.

-Eso significa que salió bien, ahora te explicaré en qué consiste mi poder, para empezar, si te concentras mucho en un objetivo podrás ver solo eso y nada más que te distraiga, como habrás podido notar, tu visión es ahora muchísimo más potente, puedes ver un 200% más que cualquier humano promedio y podrás ajustarlo, esas cosas no son las que te quitan un año de vida, el mayor poder de "Ojos del astro" como yo lo llamo es la capacidad de concentrar energía solar y lanzarla a tu gusto para calcinar todo lo que veas necesario, eso si, cuanto más concentres más años te quitas, por eso debo pedirte que no estés más de cinco minutos concentrando energía ya que eso resultaría fatal para ti, y recuerda, al poder no le importa tu edad, los cinco minutos son por tus años, si fueses joven podrías estar más tiempo.

-¿Cómo se cuanto puedo quemar?

-Tengo una grabación de eso también, es de la última vez que usé mi poder, cuando el mesías aún vivía, ese fue el último día que lo vi, síganme y se las mostraré.

Fueron a otra habitación donde había una pantalla encima de una mesa y varias sillas mirando hacia ella, Solclare encendió la pantalla y navegó por su menú y  entró a una grabación de hacía unos cuantos años.

Los tres tomaron asiento y vieron el vídeo, todo parecía grabado desde la cabeza de alguien, estaban en una pelea a gran escala en algún lugar que no podían reconocer.

-Es tu turno Sol, usa tu poder, nosotros no podemos hacer nada más.

-Pero si lo uso ahora os matará a todos.

-No importa que nos mate, es por el bien de todos.

Solclare de la grabación empezó a llorar y a acumular energía de una forma increíble, en la grabación se podía ver que tenía aproximadamente una dieciséis años, un montón de gente se acercaba a Solclare y a sus derrotados compañeros, justo cuando ya los tenían encima toda la energía fue liberada y todo alrededor de él se desintegró incluida la cámara que grababa por lo que la grabación se cortó.

-Ese día tuve que matar a mis más preciados compañeros y no me llegué a despedir de ellos, para mi eran mi familia, el fuego fue tan potente que destruyó todo en un radio aproximado de un kilómetro, fue yo quien ocasionó la muerte del mesías aunque la gente no lo supiese, igualmente fracasé ese día, las llamas no llegaron donde quería.

-Espera, la muerte del mesías fue hace veinte años, ¿Cuantos tiene usted?

-Tengo treinta y seis, aunque parezca un completo anciano, eres mayor que yo Adriel, te uniste al credo cuando ibas a la universidad como muchos, yo me uní siendo un niño, el mesías me acogió y yo fracasé en su último deseo, ni siquiera pude completar mi objetivo... Destruir el primer templo, el lugar donde ahora se sitúa la gran torre de la agencia de seguridad.

Helge y Adriel se quedaron sin palabras, no sabían qué decir ante semejante afirmación.

-Entiendo que se extrañen, es normal que no sepan el motivo, en eso no fracasé por lo menos, aunque igualmente moriré como un cobarde, gracias por estar conmigo en mis últimos momentos, vayamos afuera.

Los tres subieron al ascensor que ascendió hasta la parte más alta del edificio, fuera se encontraban todos los soldados del recinto que se pusieron en formación de cara a Solclare, Helge y Adriel.

Uno se encontraba al frente de la formación y portaba una cámara.

Solclare habló alto y claro-Por la presente nombró a Adriel Ilyn líder del credo, a partir del momento en el que yo fallezca él pasará a tener control de todo.

Un majestuoso rayo de Sol cayó sobre el decrépito rostro de Solclare que había aprovechado para morir concentrando un poco de poder, su último gesto fue levantar el brazo en señal de victoria para seguidamente caer al suelo, finalmente podría reunirse con sus amados compañeros y descansar.

El credoWhere stories live. Discover now