-No os preocupéis, iremos a por otro fragmento del mapa, al siguiente templo. Pero si hay alguien con el fragmento en la organización posiblemente estén ya en búsqueda del resto, ¡vamos!
Helge agarró a todos y llegaron al siguiente templo, este si estaba completo, pero abandonado desde hacía años, se habían ido pero los documentos estaban perfectamente colocados.
-empiecen a revolver todo, encuéntrenlo rápido, ¡vamos!
Todos se dividieron y empezaron a buscar por el templo el fragmento del mapa, buscaron en libros, cajones y baúles. Pero no lo encontraban así que esperaron a que los habitantes volviesen.
Cerca de las 17:00 cuando ya iban a irse después de haber buscado demasiado alguien entró al templo, todos se escondieron a la espera de saber si era de la organización, pero no parecía uno de ellos, ni siquiera llevaba el uniforme, aunque quizás fuese para ocultar su identidad.
-¡mierda! ¡Lo han revuelto todo! ¡Tengo que avisar de esto! El credo no estará nada contento conmigo, puede que nos hayan robado.
-tranquilo-Helge saltó de su escondite-soy yo, Helge, venimos buscando un fragmento de un mapa que nos ayudará a llegar al segundo templo.
-¡Helge! ¡Menos mal chico! Me habías dado un susto. ¿Así que buscas el fragmento? ¿Para qué quieres llegar al segundo templo?
-por el ejército que allí se oculta, es nuestra última esperanza para salvarnos de la destrucción.
-oye, sé que necesitas el fragmento, pero, ¿no deberías estar con Adriel?
-se lo llevaron-el frío entró desde la puerta abierta y empezó a nevar. Una fría brisa secó las lágrimas de Helge.
-tranquiló chico, toma el fragmento, haz que nosotros los viejos nos sintamos orgullosos, cuando llegue el momento llámame, iré con ustedes a pelear, antes hablaste en plural, ¿y el resto?
-Chicos, salgan-el grupo salió de sus escondites y se dejaron ver.
-ya veo, ¿van bien equipados?-en realidad, no tenemos armas de ningún tipo.
-eso será un problema, acompáñenme si son tan amables.
Juntos subieron a una buhardilla donde había un teclado de ordenador encima de una caja. Presionó una serie de botones y salió un pequeño alijo de armas.
-¿quién quiere una katana?
-¡yo! ¡Yo la quiero!-dijo Asmodeo como un niño pequeño mientras Valentina se reía-cállate tú anda.
-pues para ti, ¿quién tiene fuerza para sostener un hacha?
-creo que yo podría, dámela a mi-dijo Aren.
-perfecto, ¿quién quiere una escopeta?
-me la pido-dijo Valentina.
-muy bien, entonces, solo me queda la lanza, aquí tienes-dijo tendiéndosela a Verónica.
-muchas gracias señor.
-porfavor, nada de señor, mi nombre es Amonario, nos veremos en la batalla, toma el fragmento, tómale una foto por si acaso y llévatelo, si me encuentran y me matan prefiero saber que lo tienes tú.
-Gracias Amonario, nos vemos.
Helge volvió a agarrar a todo el mundo y desaparecieron súbitamente.
YOU ARE READING
El credo
AléatoireTodo empezó en el 2222, un mesías llegó a la tierra, con el trajo poderes a la humanidad, poderes que generaron una nueva guerra mundial y la aparición de un credo que fue purgado al término de esta por esconder un gran secreto, años después el dest...