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Una vez tuvieron las ubicaciones salieron en busca del que pensaban que podría tener el primer fragmento de mapa.

-hagan las maletas muchachos, nos vamos a España.

-me gusta ese sitio, ¿pero sabes que no me gusta Helge?

-¿el qué?

-!que me despierten a las 5 de la mañana!-gritó Valentina haciendo que se despertasen Asmodeo y Verónica, Aren ya se había despertado antes.

-¿no puedes estar ni cinco minutos sin tener que molestar?-preguntó Asmodeo.

-No hablar, lo mío es dar guerra.

-lo que tú digas-Asmodeo salió a peinarse.

-a mi también me habría gustado que no gritases.

-genial, tú también estás en mi contra.

-venganza, relájate, es un país bonito, seguro que te encanta.

-claro que me va a encantar, he oído que ahí vive un famoso escritor, hermoso por cierto, llamado Hugo.

-cierto, es increíble, se le da todo bien, es el mejor en todo lo que hace.

Nota: hablo de mi mismo por si no sabían?

-dejen de darle créditos a ese tío, ni que escribiese sobre nosotros-Asmodeo apareció por la sala.

-técnicamente si Asmodeo-dijo una voz misteriosa.

-¿quién dijo eso?

-venga ya banda, cámbiense de ropa y vayan a la entrada, desde allí iremos al templo.

-¿banda? ¿Somos una banda?-preguntó Valentina.

-mejor calla, deja que se lo pase bien.

Una ves cambiados salieron al exterior donde Helge esperaba impaciente arriba.

-bien, nos vamos-los agarró de las manos y se teletransportó a España.

-aquí estamos, España, país de los desgraciados, digo de los... olvídenlo.

-Entremos al templo.

-¿qué templo? Se supone que deberíamos poder verlo

-por supuesto que deberíamos poder verlo, esta justo... ¡lo destruyeron!

El credoWhere stories live. Discover now