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Adriel aumentó su tamaño hasta que tuvo la altura misma de la torre, comenzó a cargar un poderoso rayo y lo descargó contra los cimientos derribándolo todo consigo.

Los soldados del ejército español que se habían dirigido al lugar masacraban a todo el credo, solo el gigante y algunos guerrilleros seguían en pie.

El poder impactó de lleno en la base del edificio haciendo que iniciase su caída contra todo el que estuviera cerca, el polvo se elevó al cielo y se formó una gran nube encima de sus cabezas, ahora todo estaba nublado.

Estas nubes se condensaron en una sola que dejó de ser de polvo. Todos empezaron a girar en todas las direcciones sin poder orientarse pues no veían nada.

Su visión se aclaró cuando todo se disipó para dar paso a un tornado de oscuridad en el cielo al que todos prestaron atención, este se volteó y de él salió una mano gigante que devolvió la luz solar al lugar.

-¿¡Qué es eso!? ¿¡Un nuevo poder de ese tipo!?-Soldados de ambos bandos estaban completamente sorprendidos y habían dejado de pelear, era mucha información para procesar en tan poco tiempo.

-El cielo ha llegado-Rugió una potente voz que salía del mismo tornado-El día indicado, aquel en el que todo estará conectado.

¿Qué quería decir con tal afirmación? ¿Qué era eso que debía conectarse ese día? Eran algunas de las preguntas que podían surgir, pero todas iban a ser resueltas dentro de poco.

El tornado se expandió mucho más y no solo estaba esa mano, sino tres más que avanzaron para dar paso a los brazos, pero nada más.

Potentes fogonazos surgieron de sus dedos contra la gente que quedaba completamente calcinada al instante, todos empezaron a huir en todas las direcciones e intentaban cubrirse con los restos de la torre.

Este nuevo ente no distinguía entre credo y agencia por lo que todos caían bajo sus manos.

Xavier contemplaba toda la escena desde la lejanía y comprendió algo que debió haber hecho hacía mucho tiempo, la droga que potenciaba poderes que habían mejorado, tomó varios maletines con esta y habló a Viper.

-No sé si esto funcionará sin matarme, calculo que podré regresar unas semanas en el tiempo con esto, tú has sido mi más fiel compañero hasta ahora, por eso te pido que me inyectes esto para poder salvarnos en el pasado.

Abrieron los maletines y sacaron todas las agujas, una por una Viper fue inyectándoselas a Xavier hasta que se acabaron.

Sus ojos se volvieron rojos y su cuerpo pesado, casi cayó al suelo pero su compañero frenó su desplome y ambos se miraron con cierta complicidad.

-Gracias por todo.

-bueno, entonces nos vemos esta tarde ¿no?-dijo un chico joven hablando con dos chicas en una universidad-yo ya he quedado en verme con Aren luego y tenemos que terminar el trabajo que nos mandaron.

-claro, ¿5:30?

-claro, nos vemos.

La gente que estaba hablando, a excepción del chico, era un huérfano que sobrevivía a base de bienes y becas, de pelo negro de 1,80 más o menos y no muy musculoso.

Esa misma tarde, cerca de las ruinas de uno de los templos:

El sol ardía resplandeciente sobre el cielo azul y la gente disfrutaba del día en la playa, allí estaban reunidas las dos chicas y el chico llamado Aren.

-¿dónde está Helge?

Xavier contemplaba esta escena sin un cuerpo físico, simplemente estaba ahí, su alma observaba atenta sin poder moverse.

La escena cambió a otra completamente diferente, muchos hombres con trajes de los que reconoció a algunos como líderes de la guerra mundial se arrodillaban ante otro que no reconocía al estar de espaldas.

Su mera presencia ahí pesaba y todo estaba cubierto por una atmósfera oscura, ese ante el que se arrodillaban también parecía una especie de fantasma, completamente oscuro.

Otro cambio, Xavier veía al hombre fantasma de nuevo, pero esta vez no eran empresarios los que se arrodillaban, sino un sujeto de unos dos metros y medio de altura con cuatro brazos.

-Yo, único Dios de esta realidad juro por mi existencia misma fidelidad completa hacia el hombre que tengo en frente de mi, bajo el día indicado invocaré mi máximo poder y crearé una brecha para que su trabajo pueda completarse.

El suceso fue interrumpido, algo expulsaba a Xavier del lugar y lo convocaba en otro, uno que ya conocía, la formación del credo, pero con un nuevo y pequeño detalle que no conocía, ese mismo hombre otra vez.

Loe doce apóstoles del credo, entre ellos el que a posteriori sería reemplazado por Solclare, el mesías también ejercía su presencia.

-Juro por mi propia existencia que acataré todas las órdenes que me sean dadas, cuando llegue el momento activaré las armas ocultas en los templos que construiremos y generaré la mayor fuente de poder posible.

Xavier se despertó en su habitación en la agencia sin recordar nada de lo que acababa de ver, pero si con una necesidad inhumana de comprobar la fecha, encendió su teléfono, lo había logrado, el tiempo había retrocedido hasta antes del comienzo de todo aquel conflicto.

Era mediodía, se preparó para ponerse a trabajar y para disculparse por su tardanza con sus empleados, abandonó su departamento y tomó el ascensor para subir a su despacho, en todo el camino no se encontró a nadie, cosa que lo sorprendía de sobremanera.

Llamó a Viper pero este no respondía al teléfono, también trató de convocar a los grandes de la agencia, pero nadie acudió a su llamado.

Finalmente la puerta se abrió, Xavier corrió hacia la cristalera y lo entendió todo, delante de la torre de la agencia se encontraban las ruinas de la torre de la agencia, tomó unos prismáticos para contemplar la costa pues le pareció ver algo allí.

Azai peleaba contra el sujeto de dos metros y medio, el de los cuatro brazos. Adriel, sin un brazo y completamente destrozado concentraba todo su poder para disparar a matar, y así lo hizo.

Una potente descarga fue arrojada desde el cuerpo de Adriel contra el sujeto que descargó también un gran poder, estas dos colosales potencias chocaron y formaron una gran masa de energía que cubrió todo.

El credoWhere stories live. Discover now