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Sol, Petra y Aitor caminaron hasta llegar al lugar indicado, si bien estaban en un barrio típico de pandilleros nadie se atrevió a acercárseles, tocaron a la puerta del sitio y preguntaron quién era antes de abrir.

-somos el equipo "Evangelion"

-pasen muchachos, los esperábamos-la puerta se abrió y ellos entraron, pasado esto cerraron la puerta y encontraron una instalación tecnológica que parecía completamente preparada para todo y varias personas que los esperaban-el tiempo apremia caballeros, esto es todo lo que el jefe necesitaba, díganle de nuestra parte que estaremos siempre agradecidos por su trabajo.

-se lo diremos, muchas gracias-dijo Petra mientras levantaba de la mesa una caja.

Seguidamente Aitor, Sol y Petra desaparecieron y volvieron a aparecer en la torre, pero esta vez no en el punto de teletransporte, sino en el sótano cinco, análisis y entregas, allí el jefe los esperaba.

-el tiempo apremia, dame la caja si me haces el favor-dijo el último nombrado.

Petra le tendió la caja y el jefe la dejó sobre una mesa.

-querían agradecerle por su contribución y su trabajo señor-dijo Sol.

-por supuesto-dijo el jefe-tengo otra misión para ustedes tres, para empezar, ahora se llamarán enclave Evangelion ¿entienden?

-si señor-dijo Aitor.

-más cosas, a partir de este momento no puedo permitir que hagan ninguna pregunta sobre nada, aparte de que si alguien les pregunta sus nombres usarán otros nombres, estos nombres quedan a su elección y cada uno elige el suyo-dijo-y por último, su siguiente misión está relacionada con sacar la basura, si saben lo que quiero decir, sus poderes son perfectos para esta misión, ahora, si son tan amables de devolverme el otro teléfono.

le dieron el teléfono que les había dado con la anterior ubicación y el jefe lo reventó contra el suelo: -ahora esto ya no supondrá ningún problema, tomen este otro teléfono.

Recogieron el nuevo teléfono y miraron la ubicación indicada.

-la gente que esperáis pasará por aquí a las 18:00 del día de mañana, por lo que preciso que estén ahí hasta que ellos lleguen, sepan una cosa, no toleraré que destruyan ninguno de los coches, por lo tanto tendrán que secuestrarlos, para ello llevarán unos cuantos soldados que los ayudarán en esta tarea, ellos obedecerán todo lo que les digan sin pensarlo dos veces.

-perfecto, partiremos ya entonces.

Volvieron al punto de teletransporte que los llevó a la nueva ubicación, allí tuvieron que esperar hasta el día siguiente, mientras dormían Aitor recordó algo:

-Aitor, ¡cállate de una maldita vez!-le gritó su padre, los gritos se escuchaban tanto que simplemente sus oídos se desconectaron y se le quedó la imagen grabada a fuego en la mente para siempre.

Pasó de recuerdo...

-¡cállate de una puta vez! ¡Se acabó viejo asqueroso! ¡Se acabó todo!-Aitor empezó a reírse, se agachó y olió la sangre del cadáver de su hermano-¡toda la vida han intentado tratarme como si fuese una persona cualquiera! ¡O peor aún! Nunca me dieron la atención que necesitaba-Aitor golpeó a su padre que se dio contra una pared y cayó al suelo.

-hijo...

-¿qué?

-yo...

-hay que hacer para que te calles-Aitor le descargó cinco balas seguidas a su padre y salió de su casa.

Nadie podía detenerlo y ya lo esperaban, era momento de empezar su nueva vida como cazarrecompensas, todo había acabado, de una forma u otra tenía que pasar, ellos se lo habían buscado.

Aitor despertó repentinamente en la noche de un sobresalto, Petra y Sol lo miraban extrañados.

-¿qué te pasó viejo?-preguntó Sol.

-andabas gritando en sueños-dijo Petra.

-maldita sea, siento haberos despertado, no era mi intención, me volvió a pasar.

-¿el qué?-preguntó Petra.

-otra vez los recuerdos de mi familia, en cierto modo aún siento un poco de culpa por ello, aunque por otro lado me alegro de que estén muertos.
Sol se dio la vuelta y le murmuró algo a Petra en el oído, aunque era de noche y se acababa de despertar Aitor sabía leer los labios por lo que interpretó enseguida lo que Sol había indicio y se levantó de golpe.

-repite lo que acabas de decir malnacido-Dino Aitor enfadado.

-¿qué repita que? No dije nada, oye, deberías volver a tumbarte a dormir chico.

Aitor le propinó un puñetazo en la cara que pilló a Sol desprevenido haciéndolo caer.

-¿de qué vas tío? No dije nada, lo juro.

-ya venías provocando desde hacía rato, creo que llegó el momento de darte tu merecido-dijo Aitor.

Ambos empezaron a pelear, una pelea en la que Aitor tenía ventaja, no porque a Sol no se le diese pelear, sino porque Aitor estaba mucho más experimentado en ello, la pelea no duró mucho ya que Petra se metió en medio para frenarlos.

-sin compañeros, no puedo permitir que peleen, en realidad no me importaría que se maten entre ustedes, pero no en mitad de la noche en un hotel barato y en medio de una misión.

-lo que tú digas-dijo Sol recolocándose la mandíbula.

Aitor no dijo nada, volvió a tumbarse y se durmió enseguida, de vuelta volvió a recordar, esta vez su primer día de trabajo:

-hemos visto que tienes bastante potencial en eso de los bajos mundos chicos, a partir de ahora tu nombre no importa y no lo usarás nunca, actualmente estás en lo más bajo y somos nosotros los que te dimos tu primera oportunidad, no lo olvides-dijo un chico sentado en una mesa de billar.

-lo sé, estaré siempre agradecido por ello, según me dijiste ya tengo una primera misión.

-así es, tienes que apalizar a este tipo.

Aitor agarró la foto con fuerza y se la quitó de la mano al chico, seguidamente abrió la puerta del lugar y salió a la fría calle.

La gente de dentro se quedó mirándolo con una mezcla de pensamientos, que sabía lo que hacía o por otro lado que no iba a llegar muy lejos sin que se lo cargasen, por aquel momento nadie sospechaba en lo que se convertiría aquél chico de nombre Aitor.

El credoWhere stories live. Discover now