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-Helge no morirá, solo está inconsciente-Dijo Adriel.

La banda se alivió al oírlo, no querían perder también a Helge.

-Esperen, si Daniel era el espía, puede que abatiese a Helge solo para que no tuviésemos forma de escapar en caso de que la agencia de seguridad nos atacase, ahora estamos en una encrucijada, si llega la agencia estaremos muertos-Dijo Valentina.

-Tranquila-Dijo Adriel-Tenemos a los soldados, ellos son invencibles.

-¿Y si han encontrado la forma de derrotarlos?

-Lo dudo-Dijo Aren-No han tenido forma de experimentar con ellos para adivinar cómo dañarlos.

Aunque Ricardo fuese un espía no tenía ni idea de los avances de la agencia.

-Vayamos a los templos de los primeros diez que siguen en pie, quizás podamos descubrir algo en el laboratorio-Dijo Verónica.

-Bueno idea, desde que Helge despierte abandonaremos este sitio-Dijo Ricardo, al menos si no conseguía la memoria podría guiar a la agencia al templo laboratorio para que lo destruyesen.

Desde el instante en el que Helge despertó todos abandonaron el templo a la prisa, obviamente se llevaron la memoria y se instalaron en el templo laboratorio.

-Entonces, ¿Es aquí donde hacían avances científicos? ¿Que se supone que investigaban?

-Si te digo la verdad-Dijo Adriel-No tengo ni idea.

Todos se adentraron en el laboratorio para explorar las instalaciones, en cierto momento Adriel llamó al resto a una sala.

-¿Qué sucedió?

-Encontré... en este laboratorio existe la forma.

-¿La forma de qué?

-La forma de alterar nuestros poderes para mejorarlos.

-¿¡Qué!?-Todos miraron a Adriel sorprendidos.

-Según esto podemos alterarnos genéticamente para modificar nuestros poderes, si lo recuerdan los poderes surgieron de una enfermedad que quedó impregnada en el ser humano y se adaptó a nosotros con el tiempo, en este laboratorio se investigó para alterar esa enfermedad a gusto pudiendo quitarle debilidades a los poderes pero no cambiarlos por otros ni añadirte más poderes.

-Entonces-Dijo Helge-¿Podría quitarle limitaciones a mi poder?

-Si.

-¿A qué esperamos?

-Helge, yo no sé cómo hacer eso, aquí pone como hacerlo pero yo tengo una habilidad médica casi nula.

-¿Y por qué no llamamos a la mano derecha del mesías? El sabrá cómo hacerlo-Dijo Valentina.

-Bueno hipótesis, sería una buena idea llamarlo para que venga.

-No creo que eso sea posible, cuando lo llamamos para la información el no vino, habló solo el almirante.

-Maldita sea, tienes razón.

-¿No habrá en este templo un monje que nos ayude como en los otros?

-Puede que si, busquémoslo.

Todos se separaron por el laboratorio para buscar al monje, recorrieron distintas salas en su búsqueda pero no hallaron nada así que se rindieron y se fueron a dormir por el agotamiento.

A la mañana siguiente:

Todos despertaron en una misma sala, una sala en la que no habían estado.

-¿Qué es este sitio?-Preguntó Aren.

-Querían modificar sus poderes, ¿Verdad?-Dijo una voz.

-¿Si?

-Pues ya me tomé la molestia de modificarlos por mi cuenta.

-¿Quién eres?
-El monje de este templo, atendí vuestra petición y modifiqué vuestros poderes.

-Tengo una pregunta para ti-Dijo Helge-¿Cómo los monjes lograron vivir tanto tiempo?

-Somos como los soldados a vuestro cargo, no podemos morir por edad, pero no somos tan resistentes como ellos, tenemos la resistencia de humanos normales así que podemos morir si nos disparan o cosas así, a todo esto, no deberían tener a sus soldados fuera del templo, pueden decirles que entren aquí y que os ayuden a explorar.

-Es una buena idea.

-Me voy ya, si necesitan algo no duden en pedirlo y veré que puedo hacer.

-Espera, ¿Qué modificaste en nuestros poderes?

-Compruébenlo por su cuenta.

Todos aparecieron en las salas en las que habían estado durmiendo, Adriel salió afuera del laboratorio y ordenó a los soldados a entrar.

El credoWhere stories live. Discover now