El credo

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Lucía hizo todo lo que le dijeron sin saber bien porqué, se había adaptado a la buena vida y aunque amaba a sus amigos con toda su alma no quería abandonar a Asmodeo de ninguna manera.

Helge llegó al lugar preocupado ya que Lucía sólo le había dicho su ubicación y que le explicaría todo cuando se juntasen en el templo, Helge se lo creyó.

-Lucía, ¿No estás con Asmodeo?-Helge ya temía lo peor y por dentro lo sacudía el ferviente deseo de romper a llorar, sabía perfectamente qué había algo mal.

-Te lo explico ahora, me será más cómodo hablar con todos.

-Entonces démonos prisa-Helge se percató del aparente estado lamentable de Lucía, tomó su mano y ambos aparecieron en el templo, durante un instante en el que duró el teletransporte la cámara dejó de grabar nada y volvió repentinamente en el templo.

Todos salieron a recibir a Lucía con un abrazo y pasaron dentro, todos preguntaron por Asmodeo y por lo que había pasado en el tiempo de su ausencia, ella dijo la verdad a medias.

-No volvimos cazarrecompensas por un tiempo hasta que la agencia nos empezó a perseguir, nos emboscaron y Asmodeo me dijo que corriese y me escondiese lo más lejos posible, y eso hice, pasé tiempo a la deriva sin saber qué hacer, estoy muy preocupada por el-Lucía empezó a llorar y no falsamente, sino porque de alguna forma tenía que desahogarse.

-Tranquila, tú solo come algo y ve a dormir-Dijo Adriel.

Eso hizo ella.

-¿¡Cómo puedes decirle que esté tranquila!?-Helge empezó a reprocharle a Adriel sus palabras-¿¡Y si Asmodeo está muerto!?

Adriel se desplomó en el suelo y comenzó a llorar.

-Lo... Lo siento-Dijo Helge que hizo lo mismo.

Ricardo fue a su cuarto y el resto de la banda exceptuando a este último y a Lucía se unieron al llanto, seguidamente comenzaron a rezar por Asmodeo.

Ricardo reportó la situación con la agencia donde  fingieron no estar enterados de la llegada de Lucía al templo y le agradecieron por la información.

-Un problema menos-Dijo Viper en la torre-Ahora veamos el desenlace de la otra parte de la misión.

Lucía se echó a dormir, aunque eran las tres de la tarde todavía la posibilidad de volver a estar con sus seres queridos y recuperar a Asmodeo de alguna forma la llenaba por dentro, pero esa no era la realidad.

Despertó a las once de la noche tras haber dormido ocho horas y comprobó si se habían dormido para ir por el libro, mientras iba a buscarlo se le ocurrió una idea descabellada, a cambio del libro la agencia dejaría en paz a Asmodeo y a ella así como al resto de la banda, esa era la mejor opción que se le ocurría por lo que fue a por el libro.

Por el camino no encontró a nadie lo que significaba que estaban todos fuera al aire libre, entró habitación por habitación hasta que encontró la de Adriel, encendió la luz y agarró el libro que se encontraba en un cajón del escritorio.

Apagó la luz, salió de la habitación y volvió rápidamente a donde dormía ella donde esperó despierta a que volviesen todos a sus habitaciones para salir, cerrar la puerta y salir afuera donde la transportaron a la torre.

-Sé que es un poco repentino-Dijo Lucía allí, pero, que les parece si a cambio de este libro nos dejan ir a Asmodeo y a mi y al resto de nuestros amigos.

-No podemos hacer eso, tienen ustedes dos demasiada información de este lugar y de nosotros-Dijo Viper-Por ahora tendrás que conformarte con ir a la enfermería donde te realizarán un análisis médico.

Ella entregó el libro y se dirigió, abatida a que le realizasen el "análisis" donde en realidad la anestesiaron de nuevo y le sacaron la bomba.

-Hizo un buen trabajo-Dijo el jefe-Creo que poco a poco abandonará la idea de volver con el credo.