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De vuelta con Lucía y Asmodeo, una vez en la playa:

-No pensé que este sitio pudiese usarse como lugar de ocio, pensé que lo querrían para cualquier otra cosa.

-Supongo que no son tan malos como pensé-Dijo Asmodeo intentando sonreír, se notaba a través de sus ojos lo difícil que le resultaba.

-Sabes que no tienes que hacer esto por mi.

-Es lo mínimo que puedo hacer si tú lo haces por mi.

Cuando llegaron a la playa se encontraron con un pelotón de soldados haciendo ejercicio matinal, a la cabeza del grupo iba Júpiter.

También se fijaron en un puerto con varios barcos, no muy lejos de la costa se podía preciar también una edificación que sobresalía por encima del mar.

-¿Qué será eso?-Preguntó Lucía.

Sol pasó al lado de ambos y les habló-Es un acuario, sirve para investigar sobre la fauna marina, enfermedades que puedan afectar a los peces para poder revertirlas y también para observar.

-¿Sol? ¿De dónde saliste?

-Decidí ir hoy al acuario, vamos a ir todos, yo me dirigía al puerto ahora, si quieren pueden venir.

-Claro, iremos.

-Pues será mejor que empiecen a correr porque vamos a llegar tarde-Sol incrementó su velocidad-Claro que también pueden llegar nadando si quieren.

Cinco minutos después:

-Dense prisa-Sol los llamaba desde un pequeño barco.

-Lo siento, no es culpa mía-Lucía llegó arrastrando a Asmodeo-Alguien aquí no tenía ganas de ir rápido.

Ambos subieron a bordo y se sentaron.
-Si ya estamos todos vámonos entonces el motor se encendió, soltaron la cuadra que mantenía el barco atado al puerto y salieron hacia la pequeña instalación.

El mar estaba claro y se notaba lo cuidado que lo tenían, ningún rastro de contaminación por ningún lado y el barco en el que iban se impulsaba con energía solar, los peces se asomaban a ver el barco y Lucía y Asmodeo ni se dieron cuenta de que habían llegado hasta qué Sol los avisó.

-Entremos pues.

Se bajaron del barco, salieron del muelle, subieron unas pocas escaleras y se encontraron frente a frente con los miembros principales de la agencia que esperaban simplemente a Sol, el jefe también estaba.

-Vaya, que sorpresa verlos aquí-El jefe se puso al frente-Vengan con nosotros si quieren.

El resto de miembros a excepción de Luna conocían a los recién llegados, esta última los miró con extrañeza y creyéndose superior, Asmodeo y Lucía se fijaron, pasaron de ella y se pusieron a hablar con Petra.

Todos entraron a la recepción, bajaron unas escaleras y empezaron a caminar por todos los tanques con peces, todos distintos, se detuvieron en uno particularmente grande en el que un pez curioso se acercó a ellos y se dio de frente con el cristal.

-Ese pez es tan inútil como el gordo idiota de mi padre-Murmuró Agamenón entre risas.

Siguieron caminando y se detuvieron al final de la sala, el último estanque que era enorme, había algunos tiburones dentro.

-Esos tiburones de ahí nos sirven bastante-Dijo el jefe-Están domesticados y si algo o alguien se acerca a la costa debajo del agua el radar los detecta y los mandamos a ver qué es.

-Nuestras defensas son incomparables-Dijo Luna con una risa súper ególatra.

Poco a poco fueron viendo todos los peces y las distintas investigaciones, más tarde salieron al exterior de la instalación y cada uno se fue por su lado, ellos no sabían lo que estaba cerca de pasar.

El credoWhere stories live. Discover now