77

1 0 0
                                    

La banda apareció en el templo en el que se había organizado el evento, allí habían dejado múltiples curaciones para que los soldados heridos se curasen antes de volver a la batalla, no había muchos de ellos, era gente muy fanática así que todos volvían al combate cuanto antes.

En otra sala se encontraban tres escuadrones que harían un ataque pronto los bosques cercanos de la torre, junto a ellos se encontraban otros tres escuadrones de suplemento preparados para ayudar a los ataque principales cuando estos lo requiriesen, aunque no eran pocas las veces que tenían que ir para repartir municiones o curaciones, como ya llevaban un buen rato peleando todo estaba completamente sistematizado.

Descansaron un poco y Helge pudo tapar definitivamente el flujo de sangre que emergía del hueco que había dejado su dedo meñique al ser arrancado, cuando terminó su tarea se quedó mirando fijamente su mano manchadme de sangre y comenzó a reflexionar, Aren se sentó a su lado y lo rodeó con su brazo.

-Ya le pondrás una prótesis, ahora una retirada es impensable, creo que debemos seguir hasta terminar con todo, se está rumoreando que varios países están a nada de involucrarse en el conflicto, lo malo es que ninguno está con nosotros.

-Son rumores Aren, ¿Para qué van a defender la agencia si no les trae beneficio? Estuve estudiando historia, siempre fue así, antes de que hubiese poderes no se notaba tanto, Dios nos entregó el beneficio de ayudarnos unos a otros con estas bendiciones y nosotros lo hemos convertido todo en máquinas de guerra.

-Ellos crearon la guerra y nosotros la seguimos hermano, tuvimos la oportunidad de alejarnos pero la venganza es la mayor fuerza sobre el universo.

Antes de que Helge pudiese responder Valentina y Verónica llegaron, todos se abrazaron y decidieron ir con los escuadrones que atacarían el bosque.

El batallón apareció entre los árboles, cosa que sorprendió un poco a Aitor que enseguida avisó a la oficina central de guerra, los soldados de la agencia se pusieron en camino, por ahora el escuadrones allí presentes se tendrían que encargar de la nueva amenaza.

El escuadrón de caza se juntó en las ramas de un árbol y comenzó a vigilar a los recién llegados, eran tantos que Asmodeo y Lucía no vieron a sus amigos entre los allegados.

Nadie dijo una palabra, todos sabían lo que estaba por pasar y lo que estaban próximo a hacer, matar y morir.

Lucía empezó a concentrarse para soltar todos los clones que pudiese y Asmodeo fijó su mirada en los que serían sus primeras víctimas, ambos sabían que el credo no tenía la más mínima oportunidad de enfrentarse a la poderosa agencia por lo que no cambiarían de bando y se unirían a sus antiguos amigos, ni siquiera sabían quien había organizado el ataque aunque de varias semanas atrás se había corrido el rumor de que Adriel Ilyn era el causante.

Los pelotones de soldados de la agencia se colocaron a las afueras del bosque en formación circular y se iban acercando poco a poco a los atacantes que se congregaban en un campamento defensivo que iban montando sobre la marcha, para muchos de los soldados de ambos bandos esa sería su tumba.

Se dio la orden de abrir fuego directo enseguida y una lluvia de metralla recorrió la zona, el credo respondió con más fuego y la batalla comenzó, rápidamente se organizaron y tomaron control de la zona este del bosque para comenzar desde su campamento.

El escuadrón de caza abandonó su posición y se dividió para enfrentarse por los distintos frentes del combate, los que se toparon con la banda fueron Petra y Sol, el fuego y la planta, una combinación extraña y se podría decir que contraproducente, pero en realidad funcionaban bastante bien juntos.

-Sub-generales, enfréntense con nosotros-Dijo Valentina mientras miraba las marcas de los uniformes de sus rivales.

-Me suenan estos tipos de algo, ¿No nos habló nuestro compañero de ellos?-Preguntó Sol refiriéndose a Aitor.

-Ahora que lo dices creo que estos son los que se hacen llamar "la banda" el grupo que sirve directamente al líder actual del credo.

-¿Crees que a ese Adriel le dolería mucho ver a su grupo muerto?

-Lo dudo, debe ser un hombre sin escrúpulos.

-Igualmente acabemos con ellos, pueden llegar a causar problemas, pero antes, creo que esto no va a ningún lado, aquí estamos expuestos, luchemos en un terreno adecuado.

Una frondosa vegetación surgió del suelo y creció hasta cubrir por completo en un cubo a los enfrentados.

-Sorprendente-Exclamó Valentina.

Ninguno sabía como empezar por lo que Sol dio el primer paso, una corriente ígnea salió de sus manos pero fue repelida por el poder de Aren.

-Parece que no es suficiente contra ustedes, curioso.

Una planta apareció del suelo y elevó a Valentina haciéndola chocar con los troncos que se encontraban como techo del ring, esta cayó al suelo.

-Esa no parece realmente útil, no pudo ni defenderse.

Helge tocó a Aren y lo mandó directo a la espalda de Sol, lo golpeó una vez pero se dio la vuelta y retrocedió dando una normal hacia atrás, a continuación Petra se colocó a la espalda de su compañero y fue a enfrentarse al resto de la banda.

El ángel de Aren no tenía ni un respiro, el fuego de Sol era muy difícil de frenar y cada vez su intensidad aumentaba más, el poder de Sol era progresivo, si tiraba fuego poco tiempo tenía poca fuerza, e iba aumentando según más estuviese.

Sin darse cuenta Sol retrocedió poco a poco hasta que Verónica que había salido del enfrentamiento con Petra lo agarró por la espalda.

Sol se prendió fuego a sí mismo quemando a Verónica que se soltó enseguida, tiempo suficiente para que Aren cayese contra él a puro golpe, esto fue separado por Petra que mandó a Aren a tomar viento contra la pared del ring, el impacto fue fuerte y apenas tuvo tiempo de defenderse por lo que el fuego le impactó de lleno quemándole parte de la cara,

Sol siguió presionando, el que verdaderamente daba pelea a Petra era Helge que se teletransportaba una y otra vez para atacarla obligándola a predecir dónde estaría, en una de estas, como vio que no iba a lograr nada se decantó por realizar una táctica muy rastrera.

Se llevó a la banda al templo y allí recogió varias granadas, volvió al bosque en el mismo punto en el que habían estado y las lanzó todas contra Petra y Sol, varias de ellas estuvieron a nada de impactarle por completo pero solo recibieron daños leves gracias a que se cubrieron.

La banda volvió a la pelea pero esta vez por otro lado ya que no tenían la más mínima oportunidad, todos los enemigos a los que se habían enfrentado desde que empezó el asedio eran infinitamente superiores a ellos.

El credoWhere stories live. Discover now