El Último Guerrero

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Durante el tiempo que estuvieron cabalgando, para llegar al Castillo de Urgard en el suroeste, debajo del cielo estrellado de la noche la luna parecía esconderse pues lo único que los iluminaba en ese momento eran las antorchas que portaban los soldados.

Galatea por momentos se sostenía el costado mientras avanzaban a causa del movimiento causando más dolor que de costumbre, no tuvo mucho tiempo de recuperarse gracias a la policía militar y el hecho de que ella no le menciono nada a muchas personas.

La información de sus dolencias fue repartida por las diferentes preguntas públicas sobre su condición, inevitablemente pensó si el comandante lo sabía, aún que por su reacción en Stohess concluyó que probablemente no.

Armin que estaba a su lado sosteniendo una antorcha, mirándola algo preocupado recordando su apellido y las actitudes que tuvo durante y después de la expedición.

El pensamiento de que tenía una relación romántica con el capitán lo dejó en vergüenza, sintiéndose mal por pensar de esta forma de ambos, claramente el comandante Erwin le doblaba la edad a la chica.

Ahora se preguntaba si esa era la razón de los celos que tenía hacía el y los mencionados que llegó a tener por el capitán Levi. 

Eren también pensaba en eso pero no de la misma forma que Armin si no que Galatea no se parecía ni de lejos al comandante, las teorías de cómo la chica fue concebida comenzaron a rondar por su cabeza.

Tal vez sólo se parecía mucho a su madre y si ese era el caso no tenía ni idea de dónde estaba, la actitud del comandante tampoco denotaba demasiado interés en la joven como para hacerse llamar su padre.

Entre los varios pensamientos de los novatos, tomando en cuenta que Mikasa no pensaba mucho al respecto, terminaron por ver las ruinas de un castillo destrozado a lo lejos, rodeado por múltiples titanes poniéndolos en alerta.

Dividiendo a los soldados en dos secciones, siendo la del frente liderada por un jefe de escuadrón, hizo que Mikasa y Galatea junto con otros soldados entrarán en acción.

- ¡Mikasa! - grito Christa al ser salvaba por la misma hace instantes.

Galatea siguió detrás de ella protegiendo al resto de novatos de titanes que estaban cerca de ellos, llamando la atención de los novatos.

- ¡Superior Galatea! - grito Reiner al verla.

- Deja de llamarme así y muévanse sí no quieren ser comidos - aclaró pasando a lo largo para ir a la posición de detrás de Mikasa y continuar derribando titanes.

Fueron cayendo uno a uno conforme todos peleaban, despejando las ruinas de todos y dejando los cuerpos oxidantes comenzando a soltar vapor cubriendo toda la zona.

𝐏𝐑𝐀𝐘 𝐅𝐎𝐑 𝐌𝐄 ⸻ 𝐀𝐫𝐦𝐢𝐧 𝐀𝐫𝐥𝐞𝐫𝐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora