Avanzó temblando de emocion por la espiral del cielo. Murmuró tu nombre solo para mí, camino entre cadáveres como si no estuvieran allí.
Por favor llama y repite mi nombre como hiciste aquel día.
Te lo ruego solo di mi nombre, por favor una vez má...
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- Hoy es una noche especial, pero evitemos que los civiles se enteren. Demuestren que un soldado puede comportarse - una voz masculina que escuchaba por todo el comedor desde la mesa en donde se encontraban
Aquella noche celebrarán su partida para ir en busca de la conquista del Muro María, una cena bien merecida y simbólica para cada uno de los miembros.
Lástima que Galatea, que se encontraba aun lado de Hange, pusiera un esfuerzo sobre humano para no vomitar por el fuerte olor de la comida.
- ¿Carne? ¿Esto es carne? - habló estupefacto Connie mirando el centro de la mesa como si solo fuera un sueño.
- ¿En serio? - le siguió Sasha de la mira forma llevándose las manos a la cabeza.
- Celebraremos qué mañana retomaremos la Muralla María - continuó hablando el mismo hombre levantando un tarro con bebida.
- ¿Te sientes bien? - preguntó Hange mirando a la joven que se tapaba la nariz.
- Si, solo que el olor se encerró y es muy fuerte - contestó intentando no preocuparlos, después de todo era una celebración.
- ¡Salud! - grito animado pero lo único que ocasiono fue un gran revuelo.
Todos aquellos dentro del comedor se abalanzaban a la carne como animales hambrientos, creando la discordia y creando riñas entre ellos.
Galatea y su mesa solo sintió el estruendo de golpe sorprendiéndolos al ver como se descontrolaban de inmediato y mostraban cero disciplina.
Instintivamente miró a la mesa de los novatos donde las discusiones no eran diferente al del resto de las mesas, una gran pelea por un poco de carne.
- ¿Qué crees que hacer, niña patata? - regaño Jean intentando arrebatar el trozo de entre los dientes de Sasha.
- Detente, Sasha. Por favor, no quiero matarte - habló Connie dramático y con lágrimas mientras hacía una llave alrededor del cuello de la castaña.
- ¡No te lo comas todo tu sola! - le grito Jean al ser capaz de retirar el pedazo de entre sus dientes para alejarlo.
Pero lo único que ocasiono fue la furia de Sasha quien sin pensarlo dos veces se abalanzó para morder un poco de la carne, pero que en cambio terminó teniendo la mano de Jean entre los dientes.
- ¡Me mordió! - grito por el dolor.
- ¡Sasha, esa carne es Jean! ¿Ya no la distingues? - acompañó Connie mientras intentaba liberar a Jean.
- ¿Es que la Legión no come carne? - se preguntó Marlo curioso, pues él estaba ya bastante acostumbrado a ese alimento - Que tris...
Intento decir antes de que el puño de Sasha terminada justo en su nariz, callando lo de golpe, literalmente.
