Avanzó temblando de emocion por la espiral del cielo. Murmuró tu nombre solo para mí, camino entre cadáveres como si no estuvieran allí.
Por favor llama y repite mi nombre como hiciste aquel día.
Te lo ruego solo di mi nombre, por favor una vez má...
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Las vibraciones llegaban a su rostro recostado en la tierra, podía olerla sin problemas a la ves que comenzaba a toser por todo el polvo que se alzaba a su alrededor, reduciendo su campo de visión.
Podía sentir su pecho arder y su respiración era cortada, ahora no sólo tenía una costilla rota, suponía que serían más e incluso el líquido caliente que sentía en su rostro daba indicios de problemas mayores.
Las voces de los soldados y sus imparables gritos se hacían cada vez más claros mientras el polvo se disipaba, intentando levantarse con lentitud de su lugar quedando sentada mirando la horrible escena de compañeros devorados y el verde pasto cubierto por sangre y miembros.
Había vuelto a pasar, incluso si se rompió los huesos entrenando para ser más fuerte no cambió mucho, sus ojos pronto se desbordarían es lágrimas recordando aquel primer año en la Legión de Reconocimiento.
La voz de Erwin la hizo reaccionar para comenzar a buscarlo con la mirada, encontrando a este siendo protegido por soldados a la ves que su brazo goteaba sangre, se comenzó a alarmar.
Como pudo intento levantarse para ir en su ayuda lo más pronto posible, se detuvo abruptamente cuando escucho el grito de uno de los novatos en la dirección contraria. Al voltear podía a ver a Armin con Jean en brazos intentando alejar a un titan que pretendía devorar a ambos.
Los intentos del rubio eran inútiles claro, Jean estaba desmayado y no reaccionaba ni si quiera a los gritos desesperados del chico, recordándole su propio comportamiento y como tenía que ser salvada por su compañero.
Tomó su colgante entre sus manos volviendo a mirar al comandante pensando que él estaría bien protegido por los demás soldados, pero que no podía dejar morir a los novatos cuando éstos eran su responsabilidad.
Se terminó de levantar con todo el dolor recorriendo su cuerpo comenzando a correr con los ojos aguados por dejar atrás a su presida persona por proteger a otras, sin saber que tenía al comandante mirándola, sonriendo orgulloso de su decisión.
Armin por su parte blandía su sable torpemente intentando alejar al titan frente a él, pero lo único que lograba era atrasar su muerte junto a Jean sin lograr protegerlo con éxito. Estaba al punto de llorar cuando el titan levantó su brazo con intención de tomarlos entre sus dedos.
Cerro los ojos sin dejar de blandir su sable esperando que milagrosamente el titan se fuera.
Esperando el golpe escucho el quejido de alguien frente a él, esperanzado abrió los ojos encontrándose la imagen de Galatea sosteniendo el golpe al haber enterrado su espada en la palma del titan.
Sus pies levantaban la tierra del suelo por la presión que ejercía el titan mientras de este mismo comenzaba a salir humo de la herida ocasionada por la chica.
