Avanzó temblando de emocion por la espiral del cielo. Murmuró tu nombre solo para mí, camino entre cadáveres como si no estuvieran allí.
Por favor llama y repite mi nombre como hiciste aquel día.
Te lo ruego solo di mi nombre, por favor una vez má...
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Justo a la puesta del sol, cuando el cielo se torna naranja y la brisa se vuelve mucho más fría, era el momento adecuado para salir de la Muralla Rose.
Encima de esta habían soldados de un lado a otro preparando los elevadores y trasladando a los caballos necesarios para mover a todos los miembros de la Legión.
Galatea se había quedado a supervisar los preparativos en lugar de Erwin pues este, junto a los demás capitanes de escuadrón, fueron a una reunión de despedida con miembros importantes de la milicia.
Los comandantes de cada división y claro que con Darius Zackly, más tarde lograría enterarse de lo que había hablado desde la misma boca de Erwin.
Por lo mientras iba de un lado a otro mirando que los suministros estuvieran correctos y que ningún detalle faltara mientras unos ojos azules la seguían sin parar.
- Miras mucho a Galatea - señaló Mikasa al darse cuenta que Armin no prestaba atención.
- ¿Que? - preguntó sorprendido.
- Si quieres ir a ayudarle deberías seguirla, se ve algo atareada - sugirió Eren mirando a la chica hablar con algunos soldados que eran varios años mayores que ella.
Aún así la obedecían respetuosamente y seguían sus indicaciones, claramente era un buen sustituto de Erwin en estas ocasiones en donde ni Hange ni Levi se encontraban.
- No se si debería - dudo, no se sentía muy útil en ese tipo de situaciones.
- Entonces hay que pasar el resto de caballos antes de que los demás lleguen - dijo Eren tomando el suyo para ir hacia el elevador más cercano con Mikasa detrás.
Armin se quedó por unos momentos mirando como la joven se inclinaba un poco en la orilla para revisar que bajaran con cuidado a algunos caballos, anotando algo en unas hojas.
El viento era capaz de hacer su trenza ondear creando una imagen bastante hipnotizante para el chico rubio quien, al ver que Galatea volteo a verlo regalándole una sonrisa, se comenzó a poner nervioso.
Dando pequeños pasos de una lado a otro buscando disimular un poco el hecho de que la estaba viendo haciendo reír un poco a la soldado.
- ¡Recuperen la Muralla María! - se escucho como la gente les comenzaba a gritar.
Aquello hizo voltear a ambos chicos pues no esperaban palabras de parte de los ciudadanos.
- ¡El futuro de la humanidad depende de ustedes! - continuaron gritando con todo lo que sus pulmones daban.
- ¡Capitán Levi, gracias por salvar la ciudad! - se escucho entre el bullicio.
En ese momento todos se fueron a colocar en la orilla de la Muralla viendo a los civiles desde la altura. Galatea a un lado del comandante naturalmente.
