Avanzó temblando de emocion por la espiral del cielo. Murmuró tu nombre solo para mí, camino entre cadáveres como si no estuvieran allí.
Por favor llama y repite mi nombre como hiciste aquel día.
Te lo ruego solo di mi nombre, por favor una vez má...
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- Puedes pasar - escucho la voz masculina al otro lado de la puerta - No deberías salir, aún te estás recuperando.
Artículo, al ver cómo la chica caminaba con dificultad apoyando parte de su peso sobre una muleta.
- Si, lo se, pero me aburro en mi habitación - contestó cerrando la puerta detrás de ella mientras miraba con tristeza a su padre.
Avanzó para poder sentarse cerca del comandante a la vez que este la seguía con la mirada, tenía el cabello suelto y algo enmarañado y estaba cubierta por vendas.
- Leí el informe de el soldado Armin Arlet, buen trabajo - comenzó diciendo con firmeza - Pero deberías dejar de ser tan imprudente en pelea.
Ahora sonaba un poco enojado y Galatea lo sintió, agachado la cabeza avergonzada como una niña pequeña. Tampoco le gustaba demasiado mirar la ahora demacrada apariencia de su padre.
- ¿Te duele? - preguntó a susurro, recordando como es que perdió el brazo.
- No, estoy bien - le contesto, realmente estaba preocupado por ella, pero no se permitía mostrarlo.
- Yo no moriré, te lo prometí cuando me enliste en el ejército - dio paso a lo que parecería una discusión.
- Parece que quieres romper esta promesa últimamente - replicó.
Creo un silencio entre ambos, Erwin se sorprendió pues jamás le había levantado la voz, tal vez estaba siendo muy duro con ella.
- Tienes razón, no puedo evitar pensar que estas aquí por mi culpa - apretó las sábanas frustrado.
- ¡Eso no es verdad! Si yo estoy aquí es por que yo lo escogí - se levantó de golpe sintiendo un dolor fuerte en su pecho - Yo solo, yo solo...
Poco a poco sentándose e inclinándose hacia el frente, recargando su cabeza en la orilla de la cama faltando le valor para poder decir más sobre sus sentimientos.
- Yo solo quiero quedarme contigo - terminó rendida.
El comandante solo posó su mano con cuidado sobre su cabello, era una sensación y a veces olvidaba, pero le recordaba a una Galatea de 8 años.
- Mike no ha sido visto desde que se anunció a los titanes dentro del muro Rose - Galatea se levantó de golpe para mirar al rubio asustada.
- ¿Cómo dices? - sentía una presión en el pecho.
- Decidimos tomarlo como baja militar junto con los demás desaparecidos - siguió relatando tranquilo - Se que te llevabas bien con él así que tienes el derecho de saberlo.
