Avanzó temblando de emocion por la espiral del cielo. Murmuró tu nombre solo para mí, camino entre cadáveres como si no estuvieran allí.
Por favor llama y repite mi nombre como hiciste aquel día.
Te lo ruego solo di mi nombre, por favor una vez má...
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A los días, y como era de esperarse, la reina llegó a Trost después de un aviso y algunas cartas con el informe de la misión junto con la gran victoria sobre la muralla María, el territorio perdido se había recuperaron y debían dar el siguiente paso para la humanidad.
Pero, cuando espero una carta de su querida amiga, y en cambio llego antes el anuncio del deceso del comandante Erwin Smith en batalla, de inmediato la joven apareció en los pensamientos de la rubia.
Al bajar de carruaje y mirar el gran patio de la sede de la Legión en Trost, la recibieron los pocos que habían sobrevivido, excepto Sasha quien estaba en recuperación y Connie quien la cuidaba, pasó sus ojos para cada uno de ellos hasta dar con la de pelo negro a su vez que su nuevo cabello corto y bien peinado con dos trenzas a los lados, dejando libre el rostro.
Antes había sido tan brillante que le sorprendió más que cualquier otro cambio, su saludo seguía firme pero aún con la distancia podía sentir que estaba ahora incompleta.
Avanzó con firmeza había ellos terminando frente a Hange, la nueva comandante de la Legión, quien la saludo primero.
- Majestad, me alegra verla aquí - mencionó mientras se inclinaba un poco en señal de respeto.
- A mi me alegra verlos con vida - dijo con una cálida sonrisa recibida por Jean.
- Vayamos adentro, hay mucho de que hablar y tenemos algo para usted - eso último la sorprendió bastante, no lo mencionaron en sus cartas ni en su informe, preguntándose que era.
A paso lento se adentraron en el edificio hacia una oficia mucho más privada por sugerencia de Hange ya que seguramente al leer la carta habría sentimiento encontrados en la reina y ahora su imagen era muy importante.
De reojo miraba hacia tras divisando la figura femenina de Galatea y con esto algunos parches en su cuello y oreja que le anunciaban una cortada bastante vistosa, preocupada se abstuvo de hablar hasta que ambas lograrán estar completamente solas ya que no quería una conversación como reina y soldado.
Quería hablar con ella como las amigas que eran y darle el apoyo en caso de dejar la Legión.
Una sala elegante con una mesa y dos sillas frente a la ventana, junto con otras acolchonadas con un estampado elegante y repisas llenas de libros, Historia terminó sentada en la mesa mientras escuchaba de Hange las cosas con mucho más detalle, pero antes de continuar conversando ella habló.
- Galatea, siéntate frente a mí - anunció con orgullo, terminó aprendido hablar de esa forma gracias a la educación que recibió durante la partida de la Legión.
