Avanzó temblando de emocion por la espiral del cielo. Murmuró tu nombre solo para mí, camino entre cadáveres como si no estuvieran allí.
Por favor llama y repite mi nombre como hiciste aquel día.
Te lo ruego solo di mi nombre, por favor una vez má...
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Y como si fuera fuego la historia de la reina que derrotó un titan más grande que las Murallas resonó por todas las tierras que aclamaban a su nueva gobernante.
Historia pasó de ser un simple soldado a la persona que el pueblo admiraba y estaban dispuestos a seguir, ser reinados por alguien así eran un gran honor para todos.
Durante los siguiente días se preparo arduamente la coronación de la rubia en la capital de la muralla Sina, sobre todo la ceremonia que se daría sólo con los altos mandos al caer la tarde.
Aún que Galatea esperaba ir como hija del comándate se sentía inesperadamente nerviosa, le sorprendió mucho que Historia la llamara en privado para hablar con ella.
- Puedes pasar - se escucho un voz femenina al otro lado de la puerta.
Galatea la abrió lentamente encontrando a la chica sentada frente aún lindo tocador que lucia costoso.
- ¿Me habló majestad? - preguntó al estar dentro y cerrar la puerta detrás de ella.
- Deja esas formalidades - reclamo al verla usando un lindo vestido verde bien arreglado.
- Soy la hija del comandante así que... - fue interrumpida por la chica de golpe.
- ¡Deja de decir eso! Eres Galatea y mi amiga ¿No? - hablo a brutalmente mostrando el largo vestido blanco junto a su cabello bien peinado.
- Amigas... - se quedó pasmada con la palabra nunca había pensando en algo así, en una amiga, dentro de su mundo solo eran rangos militares.
- Yo, bueno quiero decir, ay por qué tienes que volverlo incómodo - comenzó a tartamudear ya que pensó que dijo algo innecesario
- Estoy feliz de haber conocido solo a Historia y no a Christa, eres una mujer muy fuerte - interrumpió.
- Todo el mundo lo dice hoy en día - cubrió su frente con su palma y se volvió a sentar, ahora tenía a Galatea más cerca.
- ¿Está mal? - preguntó.
- Tengo miedo Galatea, de no estar a la altura, de no ser una buena reina - hablo parecía muy afligida - Yo no quiero huir pero siento que mis pies se moverán solos en cualquier momento.
Galatea noto como sus manos temblaban y sentía que podría escuchar su llanto en cualquier momento.
- Pero no haz huido, estás conmigo y se que en cuando te llamen saldrás por esa puerta a recibir la corona - explicó algo firme, sabia que ahora necesitaba algo en que apoyarse - Tu dijiste que eras enemiga de la humanidad, tener el poder absoluto es un buen primer paso para ir a la extinción.
