Avanzó temblando de emocion por la espiral del cielo. Murmuró tu nombre solo para mí, camino entre cadáveres como si no estuvieran allí.
Por favor llama y repite mi nombre como hiciste aquel día.
Te lo ruego solo di mi nombre, por favor una vez má...
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- Me gustaba la rutina de aquellos días. Eren diría que es una paz ilusoria, pero me conformo con ser un soldado borracho e inútil y haré lo que sea por esos días - discurso Hanes a los dos jóvenes detrás de él que escuchaban atentamente sus palabras.
- Iré por él, si no están juntos esos días no regresarán - concluyó con una sonrisa fanfarrona.
Ambos chicos a sintieron seguros para comenzar a comer las raciones que se les dieron con anterioridad listos para recuperar sus fuerzas, pero al ambiente fue interrumpido por una voz femenina.
- ¡Todos escuchen! ¡Nuestros superiores están heridos y es nuestra responsabilidad velar por ellos! - comenzó a gritar Galatea en vista de todos. - Pero ¡Tenemos que ir al rescate de Eren e Ymir!
Todos la miraban embelesados por sus palabras pues de momento era la única de la Legión de Reconocimiento en pie que tenía un mayor rango.
- ¡Recuperen sus fuerzas para pelear por lo que nos pertenece! - siguió dando valor a los soldados que estaban ahí.
- ¿Pero y los caballos? - preguntó Connie estupefacto.
- También necesitamos gente - agregó Historia levantándose del suelo.
- ¡El comandante Erwin viene en camino! ¡Nuestro deber como soldados es esperarlo hasta su llegada! - contestó anuncio ando a todos con fuerza.
- ¿Cómo estas tan segura? - preguntó otro soldado al fondo.
- Yo se que él vendrá, vendrá con caballos y refuerzos, hasta entonces nosotros debemos estar listos - dijo más tranquila al soldado. - Así que ¡Tomen todo su miedo y tristeza y conviértalo en fuego!
Galatea levantó su brazo al aire al terminal tal discurso frente a los novatos y otros soldados que no podian apartar sus ojos de ella.
Armin podría ver la espalda de la chica quien miraba dentro de las murallas con esperanza, con esos ojos que siempre solía ver en la capitana Hange o en el comandante Erwin cuando daban sus órdenes, el viento no hacía más que agrandar esa imagen heroica frente a ellos.
- Ya oyeron a la superior Galatea, hay que prepararnos - agregó Connie con una sonrisa a la ves que todos lo seguían acatando las órdenes de la chica.
- Hay que ver como cambia la gente - agregó Hanes con una sonrisa.
- ¿Conoces a Galatea? - preguntó curiosa Mikasa, que también quedó enamorada de la imagen de la chica.
- La verdad es que no, pero todo aquel que oiga del comandante escucha de esa niña - comentó a la par que se levantaba y sacudía la tierra de sus pantalones.
