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𝒥𝑒𝒶𝓁𝑜𝓊𝓈𝓎?

       Un curso, un curso entero y no sabíamos ni el color de la piedra filosofal

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       Un curso, un curso entero y no sabíamos ni el color de la piedra filosofal.

Iba pensando en ello y en que llegaba tarde a clase de pociones, me había quedado dormida y ninguna de mis compañeras de cuarto se había dignado a despertarme.

De repente me choque con alguien, bastante mas alto y fuerte que yo por que un poco más y me caigo al suelo.

- Disculpa, lo siento mucho, iba distraído - se apresuró a disculparse. Era un chico alto, castaño y de tez pálida, no iba a negar que era guapo.

- No te preocupes, yo también iba distraída. - le dije yo.

- Cedric Diggory — me tendió la mano

- Alina Greengrass — le contesté yo mientras se la estrechaba.

- Encantado - me dijo el. — ¿llegas tarde sabes? - vaya que extrovertido.

- ¿Y tú que sabrás si llego tarde o no? - nunca llegaba tarde y era algo que odiaba, no soportaba a la gente tardona.

- Tengo un horario también y aunque son clases diferentes, las horas son las mismas. — dijo obvio.

- Ya, pues lamento informarte de que tu tambien llegas tarde.

- No llego tarde, acabo de salir de clase hacia la enfermería, no me ha sentado muy bien el desayuno — dijo poniendo una mueca ¿y eso a mi que me importaba? Bueno el chico me había caido bien así que no quería ser borde, había sido muy amable.

- Bueno Cedric, encantada de conocerte, pero llego tarde a pociones, estoy segura de que Snape no me quitará puntos pero no me apetece que me regañe después por "hacer quedar mal a slytherin" - le dije, hice comillas con los dedos al decir esto último. — que te mejores. — le sonreí y me giré para seguir andando.

- Gracias — se oyo que decia mientras tambien se alejaba.

• • •

Me encontraba en la sala común con Draco, Theo, Estela, Pansy y Blaise, aunque es cierto que este último estaba más pendiente de las chicas de tercero que teníamos al lado.

Vaya un mujeriego que va a salir.

Miré a Theo, el viernes no podía quedar con él como de normal. Todos los viernes Theo y yo quedábamos en el lago y leíamos juntos el mismo libro, a el le encantaba leer y yo empecé a leer gracias a él.

— Theo — lo llamé, el se giró para mirarme directamente a los ojos. Me daba pena hacer esto pero tenía que hacerlo. — Este viernes no podemos quedar.

— ¿Qué? ¿Por qué? — preguntó, no tenía muy claro si estaba molesto o decepcionado, tal vez era una mezcla de ambos sentimientos.

— Es que hoy he conocido a un chico y me ha invitado a quedar con el el viernes, ha sido muy simpático y no he sabido decirle que no — me inventé. No quería decirle la verdad porque temía que se lo tomase mal.

Yin - yang • Theodore Nott Donde viven las historias. Descúbrelo ahora