XXXI

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𝑳𝒂 𝒄𝒂𝒓𝒕𝒂

Estaba hablando con King, mi jarvey, contándole todo lo de Theo

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Estaba hablando con King, mi jarvey, contándole todo lo de Theo

— Es un cabr... — empezó a decir pero se calló cuando escuchamos como se abría la puerta. Miré en esa dirección para encontrarme con Astoria.

— Hola Alina — dijo.

— Hola, ocurre algo? — le pregunté extrañada de verla aquí.

— Es que hace mucho que no pasamos tiempo juntas y había pensado que tal vez te apetecería venir conmigo y con mis amigas a ver la primera prueba. — Lo pensé un momento. Había quedado con Draco para verlo juntos pero estaba segura de que lo entendería.

— Claro, espérate aquí que me ducho y bajamos juntas al desayuno. — Astoria asintió.

Narrador Omnisciente

Mientras esperaba a su hermana, la pequeña de las Greengrass advirtió un pergamino de beauxbatons que se salía un poco del baúl de Alina.

La chica miró hacia la jaula del jarvey y advirtió que este se había quedado dormido así que confiando en que la pelirroja aún tardaría un rato en salir cogió la esquina de aquel pergamino y lo estiró hasta tenerlo todo fuera.

Se puso a leerlo esperando encontrar la carta de algún "amigo" especial de su hermana de beauxbatons, pero lo que leyó la dejó de piedra, en verdad no se lo esperaba para nada.

Cuando escucho que el agua dejaba de correr en la ducha escondió rápidamente el pergamino en el bolsito que llevaba.

Al salir de la ducha Alina le mandó una lechuza explicándole a Draco que no podría ir con el a la primera prueba finalmente y después ambas hermanas bajaron juntas al gran comedor.

• • •

Narra Alina:
— Pensaba que estaríamos sólo tú, tus amigas y yo. — le susurré un poco molesta a Astoria al llegar a los asientos en los que veríamos la prueba y ver que junto a ellas estaban Theo y Daphne.

— Debemos pasar tiempo en familia. — dijo con una sonrisa de no haber roto un plato en su vida.

rodé los ojos pero terminé sentándome junto a Astoria que, por desgracia, el asiento que me había dejado era justo al lado del de Theo. Esta chica estaba intentando algo.

El tiempo estaba pasando muy incómodo, a Theo no se le veía con ganas de hablar con su novia y de vez en cuando notaba como me miraba de reojo. 

— Tu eres de esas personas que piensan que si miran de reojo la otra persona no lo notará ¿Verdad? — espeté en un susurro en el oído de Theo. Mientras Daphne y Astoria hablaban animadamente de moda. El se sorprendió de que le dirigiese la palabra y al notarlo continué hablando — no tengo ninguna intención de volver a hablarte, solo que el otro día se me quedó una duda.

El se giró quedando cara a cara conmigo.

— adelante — susurró el

— Porqué? Porqué ahora? Porque te has pasado tanto tiempo ignorándome y ahora vienes a dar explicaciones?

Theodore abrió la boca para contestar pero entonces una mano se colocó en su hombro haciéndolo girar bruscamente.

— Se puede saber que hacéis?!?! — chilló Daphne enfadada. Y es que, hasta el momento en el que nos separó no me había dado cuenta de lo cerca que estábamos.

— Creo que debería irme.

Salí de allí lo más rápido que pude para irme a mi habitación, no me apetecía ver a nadie.
• • •

Narrador Omnisciente

— Theo espera! — dijo Astoria cuando Daphne se fue a hablar con una de sus amigas y vio que el chico iba a largarse. — quiero hablar contigo

— Que pasa? — dijo el en un tono indiferente. Después de aquel numerito lo único que le apetecía era irse a su habitación.

— He encontrado una carta en la habitación de Alina. Es para ti. Creo que ella no tenía intención de enviártela nunca, pero yo pienso que deberías leerla. Alina merece un final feliz.

— Ella es feliz con Draco.

— No como lo era contigo, cuando erais simples amigos había algo en su mirada cuando te veía que no tiene con Draco, a ti te pasa lo mismo.

— Tu lo has dicho, había.

— lo sigue habiendo. — y dicho esto se fue. Theo se guardo la carta en el bolsillo. No tenía fuerzas para leerla, no ahora delante de tanta gente, no sabía con que se podría llegar a encontrar escrito.

• • •

Días después, Alina caminaba tranquilamente por los pasillos del castillo.

— Ey Alina — se escuchó la voz de Draco, al girarse la chica lo encontró con un ramo de rosas rojas — querrías ir al baile conmigo? — dijo el haciendo una reverencia exagerada.

La chica rio un poco.

— Claro que si Draco.

Yin - yang • Theodore Nott Donde viven las historias. Descúbrelo ahora