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𝑯𝒖𝒓𝒐́𝒏 𝒂𝒍𝒃𝒊𝒏𝒐

               Los días pasaron y Draco y yo nos hicimos pareja

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               Los días pasaron y Draco y yo nos hicimos pareja. Comprobé que como novio era mucho más atento de lo que pensaba.

Me dirigía hacia el gran comedor. Para desayunar tranquilamente. Esa idea quedó descartada cuando vi un gran corro de personas en la mesa de gryffindor, incluidos slytherins.

Me acerqué con cautela.

— ¿Un hurón? ¿Que tiene esto de interesante? — le dije a Asterix cuando pude ver con lo que todos estaban tan entretenidos.

— Pues que ese hurón es tu querido novio — dijo una voz a mis espaldas resaltando las dos ultimas palabras.

Reconocí esa voz al instante. Me giré para encontrarme con el dueño cara a cara

— ¿Draco? — pregunté con los ojos muy abiertos. El asintió. Ambos nos quedamos mirándonos a los ojos. 

Me sentía como hipnotizada, hacía mucho tiempo que no miraba aquellos ojos azules con tanto detenimiento y detalle.

— ¡Theito! ¿Que ocu... Estabas hablando con esta?

— ¿Esta? ¿Acaso has olvidado el nombre de tu hermana? Sabía que eras tonta pero has superado todas mis expectativas. — le contesté a Daphne saliendo del trance.

— Vamonos, antes de que esta traidora a la sangre nos pegue algo. — rodé los ojos.

— ¿Estas segura de que tenéis la misma sangre? — me dijo Asterix una vez Daphne y Theo se habían ido. — ella es tan...

— ¿Irritante, estupida, asquerosa? Si bueno, tengo mis dudas sobre eso. — Asterix solo rió, claro que no sabía que lo que yo había dicho no terminaba de ser una broma — ¡Mierda! ¡Draco! — dije al darme cuenta de que seguía siendo un hurón.

Salí corriendo del círculo de personas en busca de algún profesor. Decirle a Moody que parase no era una opción. Corrí por los pasillos del colegio hasta que vi mi oportunidad.

— Profesora McGonagall, debe ir al gran comedor, en la mesa de Gryffindor!! Dese prisa por favor!! No hay tiempo para explicarle.

— Alastor, que está haciendo? — dijo la mujer una vez allí.

— Enseñar

— Enseñar?? Eso es un alumno?? — con un movimiento de varita aquel hurón volvió a ser Draco, pero más pálido por el susto. Me acerqué a él dispuesta a ayudarlo — en este colegio no utilizamos la transformación como castigo!! ¿No se lo dijo el profesor Dumbledore?

— Si, algo comentó.

Draco y yo no escuchamos más pues nos habíamos alejado de allí para ir a la enfermería.

Madame Pomfrey me obligó a esperar fuera para
"no molestar a los enfermos"

Tras dos minutos sola alguien se sentó a mi lado en el suelo y al ver de quien se trataba me removí incómoda y miré hacia el lado contrario en el que se encontraba el castaño.

— Que tal?

— Está bien, solo ha sido el susto, a caso te importa?

— No preguntaba por el, preguntaba por ti.

— ¿Después de un año y medio te dignas a preguntar que tal estoy? — dije. Al ver que iba a contestar volví a hablar antes de que lo hiciera. — Era una pregunta retórica. Mira Nott, no tengo ni fuerzas ni ganas de estar aguantándote cada dos por tres así que ¿Por qué no te largas y me dejas en paz? Es algo que has hecho muy bien hasta el momento.

— ¿Podrías dejar que me explique? — dijo mientras fruncía el ceño

— Haberte explicado cuando te pregunté. Ahora no me interesa.

— Somos cuñados, deberíamos llevarnos bien al menos

— No me llevo bien con mi hermana por tanto no hace falta. Además sabes lo que me hizo y aún así estás con ella, pensaba que éramos amigos ¿sabes?

— Siempre hemos sido algo más que amigos.

— Con eso no arreglas nada. — en ese momento una tos fingida se escuchó. Era Draco que acababa de salir de la enfermería.

Me levanté cogiendo la mano de Draco para irnos de allí lo más rápido posible.

— ¿He interrumpido algo? — preguntó

— Claro que no. Me has salvado la verdad — dije en un intento de sonrisa, aunque en realidad solo me salió una mueca.

Hacia mucho que no hablaba tanto con Theodore y aquello me había dejado un poco tocada.

Aunque no le había gritado ni dicho todo aquello que quería decirle me había quitado un peso de encima.

Eso de restregar las cosas por la cara me había sentado bien, pero también me había quedado con intriga.

Porque ahora? Después de tanto tiempo... No lo entendía

Cuando volví a Hogwarts aún no lo había olvidado. Entonces llegó Draco con todas las atenciones que me prestaba, que estaba siempre ahí para mi, que se abría conmigo... Me hizo sentir en confianza y querida después de que Theo me hiciera sentir como que no valía nada.

Draco en verdad me gustaba, me gustaba mucho. Lo quería como quería a muy pocas personas, pero a veces eso no es suficiente. Ahora, con el tiempo se que confundí sentimientos, yo no había terminado de olvidar a Theo como pensaba y no quería a Draco de la forma en la que yo creía.

Entonces yo creía estar enamorada de él, pero como digo, el tiempo nos hizo darnos cuenta tanto a Draco como a mi de que ambos nos habíamos apoyado en el otro en un momento de confusión.

Yin - yang • Theodore Nott Donde viven las historias. Descúbrelo ahora