XLVI

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Narrador Omnisciente:
Alguien encendió la luz de la habitación de Draco que se removió en la cama como un bebe al que estan obligando a despertar y no quiere.

DRACO MALFOY!! — chilló Alina mientras le quitaba la sabana de golpe — despierta! me tienes que contar muchas cosas y explicarme el porque no me las habías contado antes.— al ver a su a amiga tan enfadada, Malfoy se levantó como un resorte, debía de reconocer que a veces su amiga daba miedo. — Tu y Harry?? Desde cuando? y como?? — Draco abrió los ojos con sorpresa.

— Shhhh no grites

— Vale pero cuéntame todo ya

— Bueno es que a Harry nunca le había gustado un chico al igual que yo y quería respetar su privacidad...

— ¿Tu desde cuando respetas la privacidad de nadie eh? ¿desde cuando no me lo cuentas todo? a saber que mas cosas me habrás ocultado — contesto llevandose la mano al pecho para dramatizar un poco mientras se tumbaba de golpe en la cama de Draco.

— Si estas enfadada no te lo contare — canturreó Draco.

— Está bieen...

— ¿Por cierto como lo sabes?

— Ayer Theo y yo os pillamos besandos, tranquilo, el no dira nada, pero ya puedes empezar a hablar.

— Pues Umbridge nos catigó y el tuvo que escribir muchisimas veces "no debo decir mentiras" y yo "no hechizaré a mis compañeros" y aunque mi pluma era normal la suya le abría una herida en la mano de la misma forma que lo que estaba escribiendo.

— Menuda psicopata

— Lo sé, se pasó mucho, el caso es que cuando salimos del castigo me ofrecí a ayudarlo porque como quiero ser medimago se varios hechizos para ayudarle pero era magia negra y no pude hacer nada.
Al día siguiente me mandó una carta para agradecerme, empezamos a hablar... y paso lo que paso. Ayer me dijo que el dia que me mando la carta Granger le había pillado la herida de la mano, y al contarle lo que habia ocurrido le obligo a mandarme la carta, pero que estaba feliz de haberlo hecho.

— AHHHH Draco no sabes lo que me alegro. Estoy tannn feliz. Me pido madrina y fundadora oficial del club de fans de Drarry

— Drarry?? — dijo Draco extrañado

— Draco y Harry, obviamente — Draco soltó una risa al ver a su amiga tan emocionada. Solo esperaba que sus padres no se enterasen.

• • •

Theo y Alina se encontraban en la primera reunión del grupo de DCAO. Habían acordado que el grupo se llamaría "ejército de Dumbledore" que había sido una proposición de Ginny.

Se habían puesto por parejas para practicar el expeliarmus, Alina ya lo dominaba de sobra gracias a las clases con Dumbledore, a Theo no se le daba tan bien como a ella (mas que nada porque no había tomado clases particulares) pero no se le daba mal.

— No me puedo creer que aun no halla conseguido quitarte la varita y tu a mi ya me la hayas quitado cinco veces. — dijo Theo haciendo un puchero.

— Es que yo he practicado más, ya lo sabes Theo. Mira si quieres puedo ayudarte — Alina se acercó a el — tienes que mover la varita así, lo haces de manera poco clara, tienes que exagerar mas el giro de muñeca, aunque a lo mejor lo que necesitas es una motivación — continuó con una sonrisa inocente — apuestas?

— Si consigo hacerlo bien duermes esta noche conmigo.

— Hecho

Alina fue a colocarse donde estaba anteriormente, se preparó y a la que se dió cuenta Theo ya había lanzado un expeliarmus pero no era dirigido hacia ella si no justo detrás y se notaba que había sido a proposito, más porque el que recibio el hechizo fue Ernie Macmillan el idiota de Hufflepuf al que la pelirroja no soportaba.

Miro a Theo sorprendida que lanzó la varita de Ernie hasta el otro lado de la sala.

— Nunca dijiste que el hechizo tuviese que ser dirigido hacia ti. — dijo con una sonrisa como la de quien no ha roto un plato en su vida.

Ernie fue a por su varita mirando con cara de pocos amigos a Theo.

— Chicos ya se ha hecho tarde y se ha pasado la hora, salid por grupos poco a poco y si es con gente de vuestra casa mejor. — dijo Harry por encima del resto de voces conjurando expeliarmus

Cuando ya solo quedaron el trio de oro y ellos Theo les dijo — salir vosotros primero, nosotros saldremos luego, si Umbridge nos pilla a nosotros no nos dira nada porque somos slytherin, pero a vosotros...

El trio de oro asintio y salieron, al poco Theo y Alina salieron tambien pero en vez de irse a la sala comun Theo le dijo a la pelirroja que esperase y paso de nuevo varias veces frente a la pared hasta que volvio a aparecer una puerta.

La sala era una acogedora sala con una chimenea y una cama, recordaba un poco a la madriguera pero todo estaba más ordenado. Habían, además decoraciones de la casa de Slytherin, una estantería con libros y una cama que parecía bastante cómoda.

Alina lo miró con una ceja alzada.

— ¿Qué? dijiste que dormirías conmigo si hacía bien el hechizo.

— ¿Y porque no vamos a tu habitación?

— Pues porque no sería muy romántico con Blaise de mal tercio, ¿no crees?

— Bueno, tienes razón. — cogieron un libro como lo hacían muchas veces y se sentaron en el sofá Theo leía en voz alta y Alina escuchaba con la cabeza apoyada en su pecho.

Al poco rato se acostaron juntos en la cama.
La pelirroja le dió a Theo un largo beso.

— Eso es para darte las gracias, porque lo de la varita de Enrie ha sido genial. — Theo sonrió y le dio otro beso. Estuvieron asi por una rato hasta que la intensidad de los besos empezaron a subir al igual que la temperatura del ambiente.

Theo metió una mano dudosa bajo la blusa de la pelirroja y ella enredó sus manos en el pelo de él.

Sin saber como Alina acabó encima del chico y cuando ella empezó a desabrocharle los botones de la camisa al castaño el la detuvo.

— ¿Estás segura? — ella asintió

— Se que es contigo y nunca será con nadie más. ¿Y tú?

— Nunca he estado más seguro de algo en toda mi vida.

Y esa misma noche que para cualquier otro había sido una cualquiera, se unieron como no lo habían hecho nunca y se demostraron todo el amor y confianza que se tenían.

El la cuido cuando el famoso dolor de la primera vez apareció en ella y se manifestó con lágrimas callendo de sus ojos que el besó con delicadeza.

Ninguno de los dos tenía ningún tipo de experiencia pero para ellos fue de igual forma inolvidable.

Yin - yang • Theodore Nott Donde viven las historias. Descúbrelo ahora