VI

5.2K 365 30
                                    

𝒫𝒽𝒾𝓁𝑜𝓈𝑜𝓅𝒽𝑒𝓇 𝒮𝓉𝑜𝓃𝑒

Theo y yo llevábamos dos días sin hablarnos, al parecer si que se había enfadado bastante por haber cancelado lo del viernes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Theo y yo llevábamos dos días sin hablarnos, al parecer si que se había enfadado bastante por haber cancelado lo del viernes.

Soy muy orgullosa, pero me estoy planteando decirle la verdad solo para que volviésemos a estar igual que antes.

Era muy temprano y estaba desayunando en el Gran Comedor sola, bueno no sola, Theo también pero no estábamos juntos.

De repente una lechuza muy patosa y con pinta de no haber comido en años cayó en el plato de Theo dejándole una carta. La leche de los cereales le salpicó en la cara y yo no pude evitarlo y solté una carcajada.

Theo me fulminó con la mirada.

La lechuza se volvió a levantar y cayó está vez en mi plato salpicándome a mi, esta vez el apretó los labios para que yo no pudiera ver el gesto, por lo menos ya no hacía como si no existiese. Pareció darse cuenta de ello y desvió su mirada hacia la carta para abrirla, era idéntica a la que me había dejado a mi la lechuza. Imité su acción.

Hola Alina
Soy Hermione. Harry, Ron y yo hemos descubierto que esta noche intentarán robar la piedra, esta al parecer está protegida por hechizos de varios profesores. Si queréis podéis acompañarnos, en el caso de que así sea venid a las ocho a nuestra sala común.
HG
pd: os la he enviado por separado porque veo que no os habláis mucho, ya me contarás.

Miré a Theo, era obvio que yo iba ir aunque el no fuera, aunque lo cierto es que me haría ilusión que viniese, algo así podía unirnos de nuevo, y eso era lo que más quería en ese momento. Más que volver a llevarme bien con mi propia hermana.

• • •

— Greengrass — me dijo Theo a modo de saludo cuando llegué a la puerta de la sala común de Gryffindor aquella noche.

— Nott

— Oh, ahora soy Nott ?

— Bueno, ahora yo soy Greengrass al parecer. Aunque bueno, por lo menos te dignas a abrir la boca, ya pensaba que te había comido la lengua el gato.

— ¿Si? — asiento — pues yo pensaba que a ti te había comido la lengua Diggory.

— Ah, ¿es por eso? ¿Estas celoso? Por eso estas enfadado. Cedric no ha comido nada ni va a comer, no se si te acuerdas pero tengo once años.

— Lo único que me molesta es que podrías haber quedado con el en cualquier momento y elegiste justo el día y la hora en el que quedamos nosotros siempre — me recriminó.

— Era el único día que podíamos los dos, y ni si quiera sabes lo que pasó realmente así que deja de comportarte como un niño de tres años al que le han quitado un juguete.

Yin - yang • Theodore Nott Donde viven las historias. Descúbrelo ahora