XVI

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𝒲𝒽𝑜 𝒾𝓈 𝓂𝓎 𝒻𝒶𝓉𝒽𝑒𝓇?

 Aquel día era el banquete de Halloween, todos teníamos muchas ganas de comer los deliciosos manjares que servían siempre por estas fechas

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Aquel día era el banquete de Halloween, todos teníamos muchas ganas de comer los deliciosos manjares que servían siempre por estas fechas.

Los gemelos Weasley iban asustando a la gente cada dos por tres. Cada vez que veía a los gemelos con intención de asustarme les dirigía una mirada dura, por dentro me partía de la risa, aún recordaba la broma que les había hecho en venganza por dejarme como una mismísima Malfoy

FLASHBACK

Eran las dos de la madrugada, le había pedido a Harry la capa para poder gastarle la broma a los Weasley además de que le había robado a Neville la contraseña de la sala común de Gryffindor, el chico siempre se las apuntaba y al poco las perdía.

Entré a la sala y me dirigí hacia las habitaciones de Los chicos de cuarto. Entré a la de los gemelos Weasley. Cogí sus uniformes y los cambié por faldas y crop tops (todo color rosa) además de que les puse colorante rosa en el champú. Recordaba que la madre de los gemelos intentó comprarles en el callejón diagon unas camisas rosas y ambos habían dicho que odiaban ese color.

A la mañana siguiente los dos aparecieron en el gran comedor con aquella ropa y pelo tan chillones, me recordaron a una amiga de mis padres, Umbai o Umblique o algo de eso.

Todos rieron a carcajadas, los que más los de Slytherin pues alguien por fin les había dado una lección a aquellos que no paraban de molestarnos por el simple hecho de pertenecer a Slytherin.

— No habéis sido mucho rival para mi por cierto, os dije que me vengaría, no deberíais haberme infravalorado. — les dije con una sonrisa y salí del gran comedor dejando atrás vitoreos de los Slytherin que les estuvieron recordando a los Weasley por dos semanas al menos cada vez que los veían.

FIN FLASHBACK

Por fin habían terminado las clases. Ahora los seis nos dirigíamos al gran comedor.

Harry, Ron y Hermione nos habían contado a Theo y a mi que estarían celebrando el cumpleaños de muerte de Sir Nicholas, más conocido como Nick casi decapitado, el fantasma de Gryffindor. "Cumpleaños de muerte ? Quien narices celebra su muerte ?" fueron mis palabras exactas, pero bueno, hay gente para todo.

Comimos y hablamos animadamente, de momento no había ningún troll a la vista como el año anterior.

Iba todo perfecto hasta que llegó la hora de irse a la sala común. De camino nos encontramos con una escena bastante inesperada: Harry, Ron y Hermione estaban frente a una pared en la que estaba escrito con sangre al parecer "La cámara de los secretos ha sido abierta, enemigos del heredero, temed" y también estaba la señora Norris inmóvil, parecía muerta...

— Los sangre sucia serán los primeros — dijo Draco a Hermione, Harry y Ron. Le fulminé con la mirada.

De pronto llegó Dumbledore junto con el resto de profesores.

— Todos a sus respectivas salas comunes, ahora — justo cuando estaba a punto de irme con mis compañeros Dumbledore completó la frase — excepto vosotros y Alina Greengrass.

Miré a mis amigos que también se encontraban tan confundidos como yo. Tragué saliva y me acerqué allí Que he hecho ahora ?.

Tras escuchar discusiones y acusaciones hacia Harry, Dumbledore le dijo al trío de oro que podría retirarse, a todo esto, yo todavía no tenía muy claro que estaba haciendo ahí. Una vez todo el mundo se había ido, me dirigí junto con el director a su despacho.

Al entrar lo observé con detenimiento, me encantó ese lugar, era colorido y tenía muchos objetos y cuadros, todo estaba colocado donde debía estar pero un tanto desordenado dándole un toque despreocupado a la decoración.

— Se estará preguntando para que la he llamado señorita Greengrass, no es así ? —  asentí. — Bien, será mejor que se siente, que le voy a contar una historia... — se quedó callado un momento para empezar a narrar — Hace 12 años una niña quedó huérfana de madre y de padre, tras eso como el hombre había pedido antes de morir la bebe fue a parar junto con la familia Greengrass que tenía una hija de su edad.

— Y... esa niña soy yo ? — pregunté un poco atónita por lo que acababa de escuchar.

— Así es. — Me quedé callada, un buen rato ¿Cómo se suponía que tenía que reaccionar a lo que me acababa de contar? No se cuanto rato pasó, hasta que se me ocurrió preguntar.

— Quienes son mis padres ?

  La respuesta que Dumbledore me dio me dejo atónita, no podía ser hija de aquel desalmado, ¿Como miraría ahora a la gente a la cara? No podría, tomé en ese instante la decisión, nadie debía conocer lo que me acababa de revelar el director, al fin y al cabo era irrelevante, ni si quiera me había criado con el.

— Profesor Dumbledore, yo no soy como el, se lo juro. — el director asintió con una sonrisa.

— Lo se, es por eso que si usted cree conveniente podría hacer clases con Snape sobre defensa y duelo más avanzados que los de su edad.

— Usted lo cree conveniente ?

— Así es, basándome en los hecho que están ocurriendo, puede que, dentro de un tiempo no muy lejano le haga falta usar todo aquello que aprenderá con Snape.

— Entonces profesor, creo que sería lo mejor, quiero estar preparada para lo que sea.

— Bien, le llegará un pergamino con hora y lugar de cuando serán las clases. Le aviso, señorita Greengrass, de que será magia muy avanzada para su edad, pero confío en que podrá conseguirlo y saber utilizarla — le di un asentimiento, estaba segura de lo que decía pero al mismo tiempo la información que me había dado hacía a penas unos minutos me había dejado pensando, mucho. Definitivamente no es algo que esperas que te digan algún día de tu vida cualquiera.

— Buenas noches profesor — salí de allí con todo aquello rondando en mi mente. Mis "padres" me habían mentido, por una parte me sentía bien por no tener sus genes pero por otra me sentía inquieta pues desde luego mis verdaderos genes eran mucho peores. Odiaba a mis padres pero en ese momento les estaba agradecida de que me hubiesen acogido, si no, probablemente no tendría los amigos que tenia y mi vida no sería ni la mitad de buena.

Cuando llegué a la sala común mis amigos estaban allí esperándome y comenzaron a acribillarme a preguntas así que les dije lo primero que se me vino a la cabeza.

— Solo ha sido por la broma que le gaste a los Weasley — Todos me miraron con una ceja alzada.

— Pero... ya te castigaron por eso no ? — dijo Estela.

— Ehhh si pero... y-ya sabes como de loco esta el viejo ese que no se entera de nada. — aquello que dije no era lo que en verdad pensaba de Albus Dumbledore pero sonreí al ver que casi todos mis amigos parecían creer la historia. Casi ? Si, casi porque Theo me conocía bien y sabía perfectamente que estaba mintiendo.

Yin - yang • Theodore Nott Donde viven las historias. Descúbrelo ahora