Yin - yang • Theodore Nott

XLVIII

— Bien chicos, teneis que pensar en un recuerdo, algo que os haga extremadamente feliz, algo lo suficientemente poderoso como para conjurar un patronus corporeo — decía Harry mientras todos en la sala de menesteres intentábamos conjurar uno. Se acercó a mi que estaba teniendo algunas dificultades. — También sirve una persona, o algo que tal vez no haya pasado y quieres que pase. — asentí

Mi cabeza se llenó de escenas con Theo, algunas habían ocurrido hace años, otras recientemente.

— ¡¡Alina !! ¡¡Mira!! — exclamó Theo con una gran sonrisa mientras señalaba al patronus que había conseguido conjurar, era una pantera. — ¡¡lo he conseguido!! — El castaño estaba tan ilusionado que parecía un niño al que le habían regalado una bolsa de chuches.

— ¡Muy bien Theo! — dije orgullosa de mi chico. — ¿En que has pensado?

— En ti — me dijo el con orgullo y como si no fuese lo mas bonito que me habia dicho nadie. — Vamos, prueba tú.

— Expecto patronum — conjuré yo pensando otra vez en Theo, otra pantera salió, esta vez de mi varita y se juntó con la del castaño para jugar entre ellas.

— No puede ser!! — chilló Hermione emocionada — Solo en la gente que tiene un poderoso lazo de amor tiene el mismo patronus! — los dos nos miramos sonriendo, eso no era algo nuevo.

Cuando me acerqué a darle un beso en la mejilla a Theo nos percatamos de Dobby quien le hablaba con su chillona voz a Harry impaciente

— Dobby ha venido a avisarlo Harry Potter, Umbridge se ha enterado de sus planes y viene hacia aquí.

Todo se quedó en silencio por un momento hasta que Harry dijo

— ¡A que estais esperando todos! corred! — era la señal que todos estábamos esperando, Hermione abrió la puerta y todos salimos lo más rápido que pudimos hacia nuestras respectivas salas comunes.

Lo cierto es que Theo y yo de camino hacia las mazmorras nos encontramos a bastantes de los que nos estaban buscando, la brigada inquisitorial, un grupo de alumnos "selectos" en su mayoría de Slytherin que ayudaban a Umbridge a mantener el orden. Pero claro, como eran de nuestra casa y no les interesaba perder puntos nos dejaron pasar.

Al llegar a la sala común los dos juntos nos sentamos en el sofá.

— Crees que los demás llegarán bien? — le pregunté preocupada, el me miro en silencio por unos momentos y decidió ser sincero.

— La verdad es que no lo creo, nosotros somos Slytherin y hemos tenido suerte de que nos dejaran, ellos no creo que hayan sido tan afortunados. — me contestó mientras me acariciaba el pelo.

— Ya, bueno, de todas formas nos terminarán castigando a todos — el me miró extrañado — Las firmas en el papel que nos hacía prometer que no diríamos nada.

— Cierto, lo había olvidado — nos quedamos callados observando el fuego de la chimenea por unos minutos hasta que el preguntó — ¿En qué pensaste tú cuando conjuraste tu patronus?

— ¿Tú que crees? — Theo siguió mirándome esperando una respuesta sólida — pues igual que tú.

— ¿Has pensado en ti? — me preguntó, se notaba que le gustaba sacarme de mis casillas.

— No idiota, en el amor de mi vida. — dije riendo levemente.

— ¿Y... quién es el amor de tu vida? — continuó haciendose el tonto.

— Pues, tu — respondí con obviedad

• • •

— Han echado a Dumbledore