nueve

13.4K 884 77
                                    


Al terminar la comida seguimos hablando un rato más sobre cómo fueron nuestro día, de parte de Jonan mucho papeleo, atender clientes y pedir citaciones, en cambio Alex está en la parte más dura de un bufete, al ser penalista los casos son más pesados y super meticulosos.

Luego de la charla y de una discusión de por medio con Jonan logré que lave los trastes.

-Es tu semana de limpieza -remarca.

-Y se supone que es tu semana de cocina pero no he visto que toques ni una cacerola -contraataco.

Alex ríe al escuchar el retorno de la discusión.

-Tu no te rias -apunto hacia él- La próxima semana podrías cocinar tú ¿no te parece?

-Claro -responde- ¿Te gusta quemado o muy quemado? -pregunta- Soy un experto en ese plato.

-Bien -respiro- en tu casa ¿qué era lo que hacías? -pregunto con el tono más pacifico que puedo adoptar.

-Cortar el césped -responde, debe estar bromeando- Pero aquí no hay.

-¿Eso solo? -vuelvo a preguntar, el asiente- Te toca la lavandería -le informo.

-Meh, creo que puedo con eso.

Luego de eso la charla queda por finalizada y me dirijo al refrigerador, en la parte inferior de este veo un bowl lleno de fresas. Aw, lo había recordado. Observo brevemente a Jonan y él está lavando el último tenedor.

-Chicos -La voz de Alex me hace apartar la vista de Jonan- Iré a la terraza a fumar, estaré un rato arriba -informa mientras cierra la puerta tras él antes de que alguno de los dos pudiera responder.

-Bien, ya he terminado -me informa Jonan sacando sus manos- ¿Feliz? -pregunta.

Cierro el refrigerador y me acerco a él hasta abrazarlo, sin dudarlo me envuelve en entre sus brazos.

-Mucho -susurro sobre su pecho- Gracias por las fresas, papi -digo al subir la mirada y encontrarme con sus ojos. Él me sonríe coqueto y golpea mi culo luego de escucharme.

-No provoques, gatita -dice y presiona más nuestros cuerpos.

-Yo no hago nada -respondo- Tu nunca cumples tus promesas.

-¿Y ahora que hice? -pregunta exhausto.

-Esta mañana dijiste que mi postre sería algo que llenaría mi boca.

De alguna forma no dejé de pensar en eso desde esta mañana, cada tanto tenemos estos juegos y de cierto modo el morbo me encanta y sé que a él también.

-También has dicho que me mimarías cuando volviera y hasta ahora no has hecho nada, creo que los dos debemos comenzar a cumplir lo que decimos, peque.

Lo miro coqueta y sin apartar en ningún momento nuestras miradas él comienza a acercarse cada vez más a mi boca hasta rozar nuestros labios y volver a distanciarse un poco de mí desesperandome. Me remuevo entre sus brazos exigiendo nuestro contacto pero él no cesa.

-Pídelo -Joder, le pediría el mundo.

-Bésame -respondo desesperada y no me importa demostrarlo.

Sin dejarme con las ganas finalmente me besa suavemente llevando ambas manos a mi culo apretando aún más nuestros cuerpos. No me quedo atrás y llevo mis manos a su cuello atrayéndolo más hacia mí incentivando aún más nuestros besos. Su lengua no duda en entrar en mi cavidad bucal y dándole la bienvenida comienzo a interactuar con ella. Las manos de Jonan no tardan mucho en comenzar a masajear mi trasero y a los pocos minutos de comenzar la danza entre nuestras bocas escucho como nuestra respiración comienza a agitarse.

ENTRE LA LEY  |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora