Al terminar la comida seguimos hablando un rato más sobre cómo fueron nuestro día, de parte de Jonan mucho papeleo, atender clientes y pedir citaciones, en cambio Alex está en la parte más dura de un bufete, al ser penalista los casos son más pesados y super meticulosos.
Luego de la charla y de una discusión de por medio con Jonan logré que lave los trastes.
-Es tu semana de limpieza -remarca.
-Y se supone que es tu semana de cocina pero no he visto que toques ni una cacerola -contraataco.
Alex ríe al escuchar el retorno de la discusión.
-Tu no te rias -apunto hacia él- La próxima semana podrías cocinar tú ¿no te parece?
-Claro -responde- ¿Te gusta quemado o muy quemado? -pregunta- Soy un experto en ese plato.
-Bien -respiro- en tu casa ¿qué era lo que hacías? -pregunto con el tono más pacifico que puedo adoptar.
-Cortar el césped -responde, debe estar bromeando- Pero aquí no hay.
-¿Eso solo? -vuelvo a preguntar, el asiente- Te toca la lavandería -le informo.
-Meh, creo que puedo con eso.
Luego de eso la charla queda por finalizada y me dirijo al refrigerador, en la parte inferior de este veo un bowl lleno de fresas. Aw, lo había recordado. Observo brevemente a Jonan y él está lavando el último tenedor.
-Chicos -La voz de Alex me hace apartar la vista de Jonan- Iré a la terraza a fumar, estaré un rato arriba -informa mientras cierra la puerta tras él antes de que alguno de los dos pudiera responder.
-Bien, ya he terminado -me informa Jonan sacando sus manos- ¿Feliz? -pregunta.
Cierro el refrigerador y me acerco a él hasta abrazarlo, sin dudarlo me envuelve en entre sus brazos.
-Mucho -susurro sobre su pecho- Gracias por las fresas, papi -digo al subir la mirada y encontrarme con sus ojos. Él me sonríe coqueto y golpea mi culo luego de escucharme.
-No provoques, gatita -dice y presiona más nuestros cuerpos.
-Yo no hago nada -respondo- Tu nunca cumples tus promesas.
-¿Y ahora que hice? -pregunta exhausto.
-Esta mañana dijiste que mi postre sería algo que llenaría mi boca.
De alguna forma no dejé de pensar en eso desde esta mañana, cada tanto tenemos estos juegos y de cierto modo el morbo me encanta y sé que a él también.
-También has dicho que me mimarías cuando volviera y hasta ahora no has hecho nada, creo que los dos debemos comenzar a cumplir lo que decimos, peque.
Lo miro coqueta y sin apartar en ningún momento nuestras miradas él comienza a acercarse cada vez más a mi boca hasta rozar nuestros labios y volver a distanciarse un poco de mí desesperandome. Me remuevo entre sus brazos exigiendo nuestro contacto pero él no cesa.
-Pídelo -Joder, le pediría el mundo.
-Bésame -respondo desesperada y no me importa demostrarlo.
Sin dejarme con las ganas finalmente me besa suavemente llevando ambas manos a mi culo apretando aún más nuestros cuerpos. No me quedo atrás y llevo mis manos a su cuello atrayéndolo más hacia mí incentivando aún más nuestros besos. Su lengua no duda en entrar en mi cavidad bucal y dándole la bienvenida comienzo a interactuar con ella. Las manos de Jonan no tardan mucho en comenzar a masajear mi trasero y a los pocos minutos de comenzar la danza entre nuestras bocas escucho como nuestra respiración comienza a agitarse.
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ENTRE LA LEY |+18|
Teen FictionLa vida adulta trae responsabilidades y Jonan lo sabe muy bien. Por las diversiones y los excesos en los inicios de su juventud termina siendo tutor de una pequeña Katherine, y sin darse cuenta el castigo termina siendo lo mejor que le ha pasado en...