veinte

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Los labios de Jonan se encuentran luchando fuertemente contra los míos en una pelea que no da tregua.

Estos últimos días estuvimos los tres así. Mucho beso. Mucho toqueteo. Mucha acción. De repente nos convertimos en adolescentes que descubrieron el sexo y lo practicábamos cada vez que podíamos.

Me separo de él y admiro su rostro mientras intenta regular su respiración al igual que yo.

-Si seguimos así perderemos el vuelo -me salgo de sus brazos antes de que pueda dar mi seguridad a torcer porque sé perfectamente que un rapidin puede prolongarse a más de una hora y más aún si Alex está dando vueltas.

Dirigiéndome hacia la sala veo que las tres maletas ya están preparadas con los respectivos pasaportes y billetes sobre ellas. Bien. Todo listo.

Me siento en el sillón y cierro mis ojos hasta que Alex termine de hacer no sé qué y que Jonan termine de arreglarse. No será un vuelo muy largo. Y no estamos tan lejos del aeropuerto como para tener inconvenientes pero necesito saber que todo estará bajo control.

《Tranquila. Tienes tiempo, Forest, no corras》

La idea de retomar las sesiones con la psicóloga volvieron estos últimos días. Se los he comentado a los chicos, han dicho que espere tal vez todo el cambio más el estrés y que quizás con las vacaciones pueda calmarme. Espero que tengan razón porque mi cerebro no para de trabajar.

La idea de estar los tres juntos en la playa o en la ciudad me aterroriza pero a la vez me encanta. Nosotros tres y nada más.

Creo que el paso que di con mis amigas ayudó bastante, cada tanto preguntan cómo van las cosas y cómo están ellos. Luego de la confesión y luego una respectiva presentación me he sentido más liberada.

-¿Lista, gatita? -la voz de Alex hace que gire mi vista hacia él y asiento sonriéndole- Brasil nos espera, nena.

-Ya lo creo -me enderezo y planto un beso en sus labios- Iré por Jonan.

Vuelvo a la habitación y veo a mi abogado cerrar la ventana del lugar.

-¿Todo listo? -pregunto tras él.

Jonan echa una rápida mirada hacia toda la habitación y me da el visto bueno.

-Vamos, amor.

Toma mi mano, apaga la luz de la habitación y cierra la puerta. En la sala ya no hay rastro de las maletas y observo que están en el pasillo del edificio junto a Alex. Caminamos hacia él y suelta mi mano para ayudar a su amigo con el equipaje, el cual es arrastrado hacia el elevador tratando de que encaje en la caja metálica.

-Iré por las escaleras -les informo al ver que es imposible que los tres entremos allí- Dame la documentación y las llaves del auto así pueden con eso -Al me pasa los pasaportes y los billetes y Jonan me da la llave de su auto.

Sin más los dejo con su tarea y me dirijo hacia las escaleras emprendiendo mi viaje hacia el estacionamiento. En este momento sí que es bueno tener dos hombres fuertes como pareja.

Llego al auto y guardo los documentos en la guantera, me recargo sobre este hasta que veo a mis chicos llegar cargados hacia mi, con la llave hago que el baúl se abra y ellos siguen con lo suyo.

-Al aeropuerto, por favor -pide Alex entrado a la parte trasera del auto y rio ante su acción.

-¿Te llevo, amor? -Jonan abre la puerta del copiloto y sé que ese será mi lugar.

-Siempre.

-

Habíamos llegado con tiempo. Nuestros boletos están en buen estado pero el maldito avión tuvo inconvenientes y debemos esperar en él por no sé cuantas horas.

ENTRE LA LEY  |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora