veintiséis

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El chaleco salvavidas me hace resurgir hacia la superficie rápidamente luego de haber saltado de la moto acuática.

Quito el cabello que se encuentra pegado a mi rostro y visualizo a los chicos a unos cuantos metros jugando una mini carrera en medio del océano.

Niños.

Disfruto de la paz que me rodea en estos momentos y nado en el agua. Estamos bastante alejados de la costa en donde solo están algunas personas y el instructor de las motos por si alguna emergencia ocurre.

-¿Disfrutas el chapuzón?

Los chicos se encuentran frente a mi ambos en sus correspondientes motos acuáticas.

-Lo hago, ¿quieren disfrutarlo conmigo? -propongo con una sonrisa a la cual ellos responden.

Segundos más tarde los tres nos encontramos jugueteando en medio del agua.

-Jon, besame -nado hasta el mayor de mis hombres y él me toma de los hombros empujándome hacia atrás provocando que caiga de espaldas al agua. Rápidamente vuelvo a la superficie y resoplo - Oye, idiota ¿qué te ...? -Mi boca es interrumpida cuando Alex se posa sobre ella devorándome.

-Que susceptible eres, amor -Cuando Alex me suelta Jonan me toma entre sus brazos haciendo que enrolle mis piernas alrededor de su cintura. Intenta besarme pero alejo mi rostro haciéndolo reír - ¿No querías un beso?

-Al ya me lo dio.

-Oh, niña malcriada.

Llevó una de sus mano a la parte posterior de mi nuca y ejerció presión sobre ella haciendo que nuestros rostros quedaran frente a frente. Mordí mis labios al verle tan de cerca. Mi hermoso Jonan. No hizo falta de sus acciones cuando yo tomé la iniciativa y besé sus labios.

Detrás de mí siento como los labios de Alex hacían presencia exigiendo atención.

Con una sonrisa en mi rostro despego mis labios de los de Jonan y rodeo los hombros de mis chicos, quedando los tres abrazados.

-Deberíamos volver antes de que un tiburón nos ataque.

-¿Qué cosas dices Alex?

-Hermano, aquí no hay tiburones... creo.

-No lo sé, pero nuestro tiempo ha terminado -Su cabeza apunta hacia la orilla en donde el instructor nos hace señas con las manos para volver a tierra.

-Bien, los veo en la meta perdedores.

Suelto a mis chicos y me acerco a la moto que aguarda por mi.

-

Abandonamos el restaurante luego de haber terminado la cena y procedemos a realizar una pequeña pasada por las calles principales antes de regresar al hotel.

-Tu piel ya se está bronceando, gatita

-Aún no lo noto -respondo mirando mis piernas comprobando si el color de mi piel ha cambiado en algo.

-Mañana luego de la playa sin dudas podrás ver lo sexy que quedas bronceada, amor.

Con la frase de Jonan me percaté de dos cosas:

Mañana tendremos todo el día de playa y será el momento perfecto para usar el traje de baño rojo.

-Tal vez.

El recorrido sigue con comentarios de algunos lugares que nos llamaron la atención y actividades que podemos sumar para disfrutar al cien por ciento nuestra estadía.

Unas calles más adelante nos quedamos disfrutando de un show callejero hasta su final y continuamos con nuestra ruta camino, ahora sí, al hotel.

ENTRE LA LEY  |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora