Las manos de Alex recorren mi espalda dulcemente mientras sigo acurrucada sobre su pecho.
Nunca estuve acurrucada solo con él, en realidad nuestros momentos de intimidad fueron muy pocos y son cosas que se fueron dando estos últimos días aquí.
-¿Tienes frío? -preguntó dado que el día está más que horrendo y las nubes junto con la lluvia tiñeron todo nuestro día de diversión de gris. Niego con la cabeza y me acomodo nuevamente sobre él.
-Me gusta estar así contigo -me sincero nuevamente con él.
-A mi también, Kitty -murmuró besando mi coronilla.
El ruido de la puerta de la habitación nos informa que Jonan ya viene con el desayuno listo.
-Despierten, babosas. Hora de comer -vociferó al entrar.
-Hola, amor, buen día para ti también -bromee.
Puedo visualizarlo por más de que mi vista se encuentre algo obstruida por mi posición que ha llegado al borde de la cama y nos observa con sus manos dentro de sus bolsillos.
-Buen día, amor -dice cuando besa mi frente. Sonrió y me encojo como una pequeña al sentirme tan querida con estos dos a mi lado- ¿Te duele?
Al llegar aquí les había dicho al dúo telepático que debería completar el par de los piercing y justamente ayer lo hice.
-No, apenas se siente -respondo y me alegra mucho saber que por el momento no hay complicaciones y todo indica que seguirá una buena y rápida cicatrización como el primero- ¿Y ustedes?
Sí, ayer yo completé el par y ellos se hicieron uno también.
-No me quejo -respondió Al sincero.
-Molestó un poco al principio pero meh.
Debo admitir que ya de por sí sus cuerpos me calientan de sobremanera y ahora con una barra metálica en sus pezones me encienden aún más. Creo que puedo comprenderlos ahora.
-Ahora los tres estamos iguales -remarco mientras me despego del pecho de Alex, una pequeña mueca aparece en su cara cuando uno de mis pechos toca su pezón decorado- ¿No te quejas? -alzo una ceja a su dirección.
-Podría ser peor.
Niego con la cabeza sabiendo que por más presión que les metiera ellos jamás admitirán que les duele. Hombres.
-Esta bien, fortachones, planeaba cuidar a mis chicos todo el día pero veo que no me necesitan.
-Con que ahora somos tus chicos
Mierda.
Repaso rápidamente mis palabras y sí, definitivamente les dije que eran mis chicos. Muerdo el interior de mis mejillas bajo sus atentas y juguetonas miradas.
-Pues... ¿no lo son? -pregunto con algo de duda solo para no sonar tan posesiva porque realmente no tiene sentido que lo niegue- yo creo que sí.
-Por supuesto que sí, amor -Jonan deja un beso amoroso en mis labios que recibo con mucho gusto.
-Tuyos y tu solo nuestra -Al repite la acción de Jonan y mi corazón palpita feliz dentro de mi pecho.
-Soy de ustedes, totalmente -admito, me poseen en cuerpo y en alma.
Luego del primer y horroroso día y nuestra posterior reconciliación hemos estado conectando aún más y no de manera forzada o para compensar la situación sino que se ha dado naturalmente. Con cada día que pasa, cada momento, cada segundo a su lado mi amor por ellos crece de forma esporádica llevándome a niveles de amor que jamás llegué a imaginar.
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ENTRE LA LEY |+18|
Teen FictionLa vida adulta trae responsabilidades y Jonan lo sabe muy bien. Por las diversiones y los excesos en los inicios de su juventud termina siendo tutor de una pequeña Katherine, y sin darse cuenta el castigo termina siendo lo mejor que le ha pasado en...