extra tres

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Jonan

-¡Feliz cumpleaños papi!

Riendo soplo las velas del pastel junto a mis niños. Anna besa mi mejilla y se sienta en mi regazo arrebatándole el lugar a sus hermanos.

-Gracias, pequeños -beso la cabeza de Aaron y la de Lara- ¿Quién decoró el pastel?

-Yo, papi ¿te gustó? -pregunta la más pequeña, Lara

-Por supuesto, princesa -mi pequeña niña se sonroja y abraza mis piernas. Tiene tan solo dos años y aún sigue chiquita.

-Vayan a buscar el regalo de papá mientras corto el pastel ¿sí? -les ordena Kath a los niños.

-Si, mami -responde Aaron, es el mayor y sin dudas un niño de mamá- Vamos chicas

Mi niño más grande sale corriendo hacia las habitaciones y sus pequeñas hermanas lo siguen

-Feliz cumple, amor -Kath besa mis labios- Te amo

-También yo, amor

Cada día la amo más. Estoy casado con la mujer más maravillosa del mundo. Con la mejor compañera y la mejor mamá que a mis hijos les pudieran tocar.

-Feliz cumpleaños, vejestorio -la palma de Alex se apoya sobre mi espalda- Cada vez más cerca de los cuarenta

-Eres un año menor que yo, hermano -niego- Al menos aún no tengo canas

Aunque Alex tuviera su cabello rubio ya se le pueden apreciar las canas en él.

-A mí me gustan los viejos -ríe mi chica. Observando que los niños no estén cerca le doy una nalgada- ¡Oye! Los niños

-Están buscando el regalo -ella niega y centra su atención en el pastel- Tampoco sigues teniendo veinte -le recuerdo. Kath ya se encuentra camino a los treinta

Luego de dar a luz a dos niños ella se encuentra fantástica. En el embarazo de Anna las cosas se pusieron algo más complicadas y para cuando nació mi primera princesa los doctores nos aconsejaron no tener más hijos. Esa noticia fue un quiebre para Kath, por más de tener dos niños el hecho de no ser mamá otra vez le ha afectado demasiado.

Pero cuando la pequeña Anna estaba por cumplir su primer año recibimos un caso de una pequeña bebita con unas pocas semanas de vida sin familia a punto de entrar en un hogar para niños. Eso le rompió el corazón a Kath y tan pronto como lo supo quiso que la pequeña formara parte de la familia.

El papelerio y la tencia fue, cuando menos, engorroso y al no estar legalmente casados darle los tres apellidos a la niña fue una tortura que ha tenido fin hace poco más de uno mes.

Lo cierto es que más allá de eso, nos esforzamos por darle el amor y el mismo cariño a Lara que a sus hermanos.

Aaron adora a sus hermanas y las protege siempre, es un niño adorable y que está siempre a la orden de su mamá.

Anna por otra parte es una niña chispita que siempre se hace notar. Es hermosa y cariñosa aunque algo caprichosa.

Lara, al contrario de lo pensamos por ser la más pequeña, es la menos demandante de los tres. La pequeña podría pasar todo el día tranquila con sus juguetes y ni siquiera la notarías.

-Mira papi -Aaron trae el regalo en un pequeño carro junto con las dos niñas. Con ellos también viene Scott, el perro- Papá Alex nos ayudó

No importa que hayan comprado, ellos son mi regalo más grande.

Me levanto de la silla y tomo a las niñas sacandolas del carro en las que las trajo su hermano

-¿Van a ayudarme a abrirlo? -los tres asienten y sus pequeñas manos comienzan a romper el envoltorio con su ayuda.

ENTRE LA LEY  |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora