cuarenta y tres

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Salgo del hospital agotada y solo pienso en la ducha que estaré tomando cuando llegue a casa.

Cruzo la calle y decido tomar el autobús pero la fila es interminable y los transportes van completamente llenos. Resoplo resignandome a que hoy será camino a pie.

Mientras transcurro por las calles transitadas escucho que todo el desastre del tráfico comenzó con una movilización y luego continuo por un idiota que dejó el auto en medio de la calle. Vaya día.

Perdiéndome entre mis pensamientos y en alguna que otra tienda llego a casa en una media hora. Al cerrar la puerta me recuesto sobre ella agradeciendo por fin tener paz.

-¿Cansada, amor?

Abro mis ojos y me encuentro con un Jonan totalmente relajado en chándal frente a mí.

-¿Qué haces aquí? -pregunto dejando mi bolso sobre la isla de la cocina.

Son un poco más de las tres de la tarde, él debería estar en el estudio ahora.

-¿Sorprendida? -La voz del rubio coqueto me sorprende aún más, y viendo que andan con pinta de andar por casa me aseguro que salieron antes del trabajo.

-Bastante -respondo dirigiéndome hacia ellos y dejando un beso en sus labios- Han salido temprano hoy.

-Bueno, ya hicimos todo lo que debíamos hacer -Al se encoge de hombros- Y pensamos ¿si arruinamos los planes a Kitty hoy?

-Pues lo hicieron -respondo- Ahora tengo que cancelarle al otro -digo con tono de burla.

-¿No tienes suficiente con dos, niña viciosa? -Jonan toma mi rostro y presiona mis mofletes- Eres nuestra -dice antes de devorar mi boca con un beso. Tan pronto como su boca deja de atacarme Alex se encarga de reemplazarlo.

-Solo nuestra, gatita.

Algo embobada por aquella acción asiento y me dedico a mirarlos aleatoriamente. Estos traen algo entre manos.

-Iré a bañarme -les informo- Cuando salga pueden decirme que es lo que están pensando.

-Estoy teniendo miedo de que ya no tengas suficiente con dos -responde Jonan de manera graciosa.

A decir verdad a veces no tengo ni idea de como lo sobrellevo. Es una demanda doble en todos los sentidos.

-Creo que con ustedes dos incluso me sobra -Las esferas verdes y mieles están totalmente pendientes de mi movimientos y yo también en los de ellos- No pasaría nunca por mi cabeza tan solo la idea de...

-Lo sabemos, Kitty -Al se encarga de calmarme antes de tiempo posando su mano en mi mejilla mientras deja delicadas caricias en mi rostro con su pulgar. Desvío mi mirada hacia mi hombre mayor y él asiente coincidiendo con su amigo.

-Ven, vamos a bañarte -me dice Jonan antes de tomar mi mano y llevarme al baño.

Dejo que me guíen y una vez llegado a destino los tres nos despojamos de nuestra ropa mientras Jonan comienza a llenar la bañera. Hago un moño con mi cabello para que no moleste cuando me encuentre entre medio de mis hombres.

El primero en ingresar en la tina es Al y luego le sigo yo, antes de que Jonan entre el se encargue de juntar todas nuestras prendas del suelo y se nos une.

Recostada sobre el pecho de Alex y con mis piernas sobre las de Jonan disfruto del agua caliente relajando mis músculos, aliviándome del día agotador que he tenido. Los chicos parecen disfrutarlo igual o más que yo ya que están con sus ojos cerrados.

El cómodo silencio nos envuelve mientras nuestras mentes y cuerpos parecen despejarse de todo peso que llevan.

-Te tengo una sorpresita -susurra Alex en mi oído. Despegándome de su pecho me volteo para observarlo- Está en el bolsillo de mi chándal.

ENTRE LA LEY  |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora