cincuenta y cuatro

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-¿Sabes algo de mis sobrinos? -le pregunto a Jonan luego de la comida.

Él le echa una mirada a Alex y luego me ve a mi y asiente con su cabeza.

-Están con su madre -dice

Bien, al menos no están con mi padre y eso me parece bastante positivo.

-Van a un buen colegio, tienen seguro médico y viven en un vecindario algo residencial -explica y me siento impresionada

Drake no ha terminado sus estudios obligatorios y sus hijos viven en un vecindario residencial, ¿cómo puede ser?

-Tu hermano -comienza Alex- esta ligado al narcotráfico

Oh. Por. Dios

-La pena puede ser larga dependiendo de lo que haya hecho o cuál era su cargo -asiento a las palabras de Jonan.

-¿Saben qué...?

-La causa no es mía, Kath. Mi compañero se está encargando de ello pero decidí no involucrarme

Creo que por esta vez los tres coincidimos en que está bien que sus narices queden fuera del asunto o al menos lo más alejados posibles.

Quiero preguntar algo más pero decido dejarlo cuando me doy cuenta que no tiene sentido. Mi móvil vibra y el nombre de Mike aparece junto con algunos mensajes

Dos noticias

La buena, conseguí una copia del trabajo del año pasado

La mala, Diana se ha ido del grupo

¿Qué?

Abro la aplicación con rapidez y en efecto Diana abandonó el grupo porque encontró otro en donde el trabajo ya estaba terminado.

-Zorra -maldigo antes de contestarle a Mike

-¿Qué ocurrió?

-Mi compañera se ha bajado del trabajo que debemos realizar -me quejo- Ahora somos dos con seis malditos casos clínicos cada uno

Un nuevo mensaje de Mike me hace reir sacarme un poco el estrés de la situación. Quizás un trabajo de a dos no termine siendo muy dificultoso.

-Hey, eres mi chica, podrás hacerlo, amor

El hecho de que me recordaran que soy su chica o su mujer cada vez que tienen la oportunidad produce un desencadenamiento de hormonas por todo mi cuerpo. Me reprocho mentalmente cuando siento la incomodidad entre mis piernas. Mi periodo se está acercando.

Luego de un rato Alex debe retirarse porque es solicitado en su causa y me quedo con Jonan en el gran despacho recostada sobre su pecho.

-Te puedo llevar a casa si quieres -niego ante su sugerencia- Pues vamos hacia el sillón

Haciendo caso lo sigo hasta allí y me vuelvo a recostar sobre su cuerpo, esta vez es mucho más cómodo.

Sus manos acarician mi espalda dulcemente hasta llegar a mi culo en donde se queda un largo tiempo ocupándose de él. Repite el proceso varias veces y yo tengo que contener en más de una ocasión.

-¿Estás bien, amor? -pregunta burlón mientras manosea mi culo.

-Si -suspiro ocultando mi rostro en su pecho. Joder, su aroma solo me hace desfallecer

-Date la vuelta

Elevo mi cabeza y lo miro fijamente, él suelta mi culo y me hace una seña con su mano para que obedezca. Lentamente lo hago y quedo de rodillas sobre el sofá dándole la espalda

ENTRE LA LEY  |+18|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora