ENTRE LA LEY |+18|

ocho

Luego de que mis compañeros salieran a su trabajo la frase de Jonan aún sigue sonando en mi cabeza y ¡Joder! Le había confesado a Alex que me había acostado con Jonan. Miro el reloj de la cocina y mi cerebro no cae en la idea de que todo esto pasara antes de las nueve de la mañana. Respiro profundamente y me decido a recoger todos los trastes y lavarlos.

Una vez lavados me dedico a cambiar mi pijama por un cómodo remorón de Harry Styles y un short bajo este, me dirijo a mi ex habitación y actual espacio de Alex a buscar mi bolso y revolver en él hasta encontrar mis cigarrillos, tomo uno y lo prendo dando la primera calada.

Dejo el bolso en su lugar y abro el balcón para que corra el aire, mientras disfruto que hoy no tengo nada que hacer más que estudiar un poco y me vuelvo a sentar en mi pequeño balcón, por más que ahora el espacio le pertenece a Alex este siempre será mi lugar.

Mientras que observo el panorama recuerdo la primera vez que Jonan me pilló fumando justo en este lugar, ese día llegó temprano y yo aún estaba con el uniforme escolar tratando de quitarme el olor a humo en un minuto. Ese día se cabreó bastante y me quitó la cajilla que tenía, que en ese momento no era ni mía sino del chico con el que salía en ese entonces, lo cual él no sabía. Nunca fui muy rebelde y eso no le causaba tantos problemas a Jonan, en cambio mi actitud completamente reservada sí.

Doy otra calada más revolviendo recuerdos de cuando Jonan se enteró de este chico y de cómo me habló de temas sexuales totalmente incómodos en aquel entonces, quién diría años después que se revolcaría con esa pequeña a la que le aconsejó que siempre use condón. Y bueno, a suerte de ambos, le he hecho caso todos estos años.

Rio y sigo consumiendo mi cigarrillo recordando que todo con Jonan fue y es una montaña rusa, me pregunto si con Alex será más intenso aún.

Todo siempre fue impulsivo, rápido y genial. La custodia, la primera mudanza (y las otras dos que siguieron), el primer viaje, el colegio, mis primeras experiencias sola y el apoyo de Jonan, cuando me enseñó a andar en bicicleta, su graduación, su primer día en el bufete, mi primer día en la universidad, nuestro primer beso, nuestra primera vez, todas nuestras peleas y reconciliaciones. Y ahora Alex se suma a la historia.

Alex, también me ha dejado con algo en la mente "¿Cuándo?" No lo sé, no sé si todo comenzó cuando Jonan me consoló cuando terminé con Gian ó cuando me besó unos días después de eso. Románticamente todo comenzó ahí. Sexualmente no.

Miro al suelo y giro mi cabeza hacia atrás ruborizada al recordar que la que inicio ese punto en nuestra relación fui yo.

Esa vez solo tenía 17, había llegado a casa más temprano del colegio y como Jonan tenía el día libre pensé que sería lindo almorzar con él porque no lo hacíamos tan seguido. Al llegar todo estaba en silencio así que me dispuse a ir hacia la habitación cuando escuché un gemido, algo dentro de mí se quebró al pensar que él estaría con otra persona en la casa. Recuerdo haber dejado la pequeña mochila en el viejo sillón y respirar numerosas veces mientras seguía escuchando gemidos. Tomando el coraje suficiente para enfrentar lo que creía iba a encontrar me posicioné frente a la puerta y la abrí.

Aún tengo la sensación de sorpresa cuando sus ojos se vieron con los míos y ambos nos quedamos con la boca abierta. Estaba pasmada y nadie decía nada. Él ni siquiera había soltado su polla.

La secuencia que le sigue la tengo en cámara lenta pero es Jonan tratando de taparse y explicarme, yo aún pasmada y entrando en la habitación. Lo siguiente que sé es que estaba entre sus piernas acariciando su polla mientras él tiraba su cabeza hacia tras animándome a más, el calor y la excitación nos rodeaba completamente y eso me llevó a hacerle un mamada. Creo que ni él ni yo esperábamos aquello pero la situación nos gustó a los dos, Jonan rápidamente tomo mi cabello y comenzó a hundir mi cabeza aún más abajo para poder tomar aquella gran polla. Cruzar miradas en ese momento fue el detonante de toda la situación, comencé a colaborar con él tratando de tragar lo más que podía mientras él me incentivaba más hasta comenzar a follar mi boca hasta que explotó dentro de ella.