Los días pasan y no puedo evitar sentirme totalmente colapsada.
Las prácticas en los hospitales son geniales pero rotar por ellos no lo es tanto. Debo correr de aquí para allá y sin contar que a veces llego a casa cerca de las ocho de la noche, ahora son los chicos los que me esperan por mi.
Comer a las apuradas, estudiar en los pasillos, correr el autobús y volver destrozada se convirtió en mi rutina.
Estoy muy agotada mentalmente y en mi agenda solo leo las cosas que debo hacer en el momento que tenga tiempo. En primer lugar: comprar el regalo de Alex.
-Gatita, la cena ya está lista -me avisa Alex y le sonrio.
Camino hasta la cocina y todo lo agotador desaparece al ver mi plato con una ensalada y nuggets con forma de dinosaurios.
-Es una ternurita -chillo cuando tomo uno
-Fue lo único que encontré en el mercado, la etiqueta decía soja -escucho a Jonan y la imagen de imaginarlo estar leyendo cada bendita etiqueta me llena el corazón de amor.
-Esta bien, son muy tiernos -digo mientras comienzo a comer- Y están ricos
-¿Sabes hasta cuando estarás así? -me pregunta Alex
-Hasta que acabe el semestre supongo, tomé muchas materias en este -respondo y me maldigo por sobrecargarme tanto. Seis materias es demasiado pero no pienso dejarlas.
-Cuando te extrañe le diré a Jonan que me de un puñetazo así tengo motivos para visitarte -comenta el rubio y rio
-¿Dejarás que arruine tu bello rostro? -pregunto
-Oh, no, consigo la atención de muchas chicas -dice y boqueo. Maldito rubio coqueto.
-Jonan ¿por qué no le pegas un puñetazo? Así ya vamos practicando todos
-Claro, dime donde -bromea y lleva un pedazo de comida a su boca- Podríamos dejar esa tontería y comer, se enfría mi obra de arte.
Ruedo los ojos. Exagerado.
-Tu madre diría que eres un caradura -suelto sabiendo que Ada se indignaria por la comida de Jonan
-Mi madre, por fortuna, esta comiendo a varios kilómetros de aquí
Alex vuelve a la conversación recordando algunos platillos que le preparaba Ada en su niñez y atenta escucho sus viejas vivencias.
Luego de comer ayudo a Alex con la limpieza de los trastes, mientras él limpia yo me encargo de corroborar su tarea y le echo agua cada tanto.
-¡Basta, Kath! -chilla cuando su rostro queda bañado en agua- Estoy todo mojado
-Te viene bien una ducha -rio al observar su cara enojada- Es solo un poco de agua, amor
-Oh, en ese caso -dice llenando un vaso de agua y bañando con esta mi rostro- Ten un poco tu también
Imbécil
-¡Oye! -grito y él se rie
-¿Qué están haciendo? -pregunta Jonan observándonos a ambos- Parecen críos -se queja
-Es que estas viejo -respondo
-¿No estabas cansada tú? -pregunta y me calla antes de que pueda responder- A la cama -ordena
-Pero...
-A la cama -repite
-No soy una cria -resoplo
-Te estas comportando como una, anda, a la cama -vuelve a repetir mientras me carga y me lleva a la habitación. Me aferro a su cuerpo y cuando quiere dejarme en la cama me niego- Kath, no estoy jugando
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ENTRE LA LEY |+18|
Novela JuvenilLa vida adulta trae responsabilidades y Jonan lo sabe muy bien. Por las diversiones y los excesos en los inicios de su juventud termina siendo tutor de una pequeña Katherine, y sin darse cuenta el castigo termina siendo lo mejor que le ha pasado en...